El país completo ha seguido muy de cerca el proceso de rehabilitación del joven Alexis Hernández, quien el 19 de enero de 2019 sufrió un accidente que le ocasionó quemaduras graves en la mayoría de su cuerpo. El joven de 24 años estaba próximo a comenzar a estudiar medicina en Guadalajara, México, cuando repentinamente explotó el calentador.

Alexis se ha ganado el corazón de la gente por su espíritu combativo y la actitud con la que ha decidido enfrentar este reto enorme que la vida le puso de frente. Por tal razón, no era de extrañar que se inundaran las redes sociales con mensajes de alegría y satisfacción cuando se dio a conocer que se le condonó la deuda de $1.7 millones que venía arrastrando por concepto de servicios médicos ofrecidos durante el periodo de la emergencia en el Brooke Army Medical Center en Texas.

¡Qué gran noticia! Era esta una carga muy pesada que agobiaba a Alexis, quien ya tiene las manos llenas enfrentando todo lo que implica su proceso de rehabilitación. Debemos agradecer a todos los funcionarios que tuvieron que ver con la decisión de eliminar esta deuda odiosa, fue lo justo y lo correcto.

Aunque no es tan sencillo como suena, en los asuntos de salud no deberían pasar estas cosas. Cuando un ser humano enfrenta una situación como la que le ha tocado vivir a Alexis, debería tener los mejores servicios de salud posible disponibles sin la preocupación de su costo. Igual debe pasar con el acceso a medicamentos como, por ejemplo, las vacunas contra el COVID-19… la distribución debería ser uniforme entre todos los pueblos del mundo sin que la condición económica sea un factor limitante.

En el caso de Alexis, se ofreció el servicio y luego se reclamó la deuda, hay otros casos en donde el servicio se limita y no se ofrece por falta de los recursos económicos. Debe ser una prioridad para los líderes y los gobiernos del mundo el lograr un modelo que evite la falta de atención adecuada de salud a personas, por limitaciones económicas. Cuando logremos esto, habremos evolucionado como humanidad.

La noticia sobre la eliminación de la deuda para Alexis ha sido muy refrescante, al igual que su proceso de recuperación. Él se ha convertido en un símbolo de esperanza y de inspiración para muchas personas que luchan a diario con situaciones que necesitan un esfuerzo humano adicional para poderlas superar. Debo resaltar de Alexis su disposición a compartir a través de las redes sociales su proceso, pues ha servido de estímulo y referencia para muchas personas que enfrentan situaciones similares y han encontrado en su ejemplo la fuerza para poder encararlas.

Mis mejores deseos para este joven puertorriqueño, y seguiremos celebrando junto a él cada paso que quede en ruta hacia su completa rehabilitación.