Ya lo dijo Rubén Blades: la vida te da sorpresas…

Llevo ya 20 años trabajando como periodista de espectáculos y durante este tiempo he escuchado unas cuantas veces que me tilden de farandulera como si fuera un insulto.

Algunos miembros del gremio periodístico son los primeros que subestiman, lamentablemente, el trabajo de los reporteros de entretenimiento.

Por eso es que me causa tanta gracia cuando los veo desvivirse por comentar y opinar en las redes sociales sobre los reality shows más pegaos de la televisión: Mira quién baila (Univisión) y Idol Puerto Rico (Wapa).

Pero esta semana, con el lío de Yolandita y su hija Noelia en MQB hay gente que ha botado la bola. Hasta el patriotismo les ha salido a flote para defender la dignidad de nuestra raza ante el discrimen que han recibido los nuestros en ese programa de televisión.

¿En serio? ¿En qué parte se les olvidó que MQB es un reality show? ¡Es que no lo puedo creer ni yo, que soy tan farandulera! Que el bochinche ha estado bien bueno es una cosa, pero que levantemos la bandera de la puertorriqueñidad y hasta se les llegue a exigir a los demás participantes boricuas del programa que se retiren por solidaridad, es una completa ridiculez.

Cierto es que a Yolandita no le hace falta Univisión a estas alturas de su carrera y se puede dar el lujo de retirarse del programa si sintió que le faltaron el respeto. Pero no seamos hipócritas, nadie va a dejar de ver MQB el domingo que viene porque ella ya no esté. Al contrario, allí estaremos todos pegados al televisor a ver qué comentan sobre su renuncia.

Y así mismo el lunes sintonizaremos Lo sé todo (Wapa) para ver qué le contesta Topy Mamery a la producción.

Vamos, admítanlo, unos un poquito más y otros un poquito menos, pero todos somos faranduleros.

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