Hace unas semanas estuve en un lugar que ni sabía que existía: Pinehurst, en el estado de Carolina de Norte. Fui hasta allá para probar el nuevo modelo de tercera generación del Lexus IS que está a punto de entrar a nuestro mercado.


Algo de lo que me percaté de inmediato es que Pinehurst es un lugar sumamente tranquilo y eso era de esperarse ya que la principal atracción del lugar son sus numerosos campos de golf (Zzzzzz). Eso por consiguiente, atrae a mucha gente bien mayor (Zzzzzz) que seguramente se toma su vasito de leche justo antes de acostarse a las siete u ocho de la noche. Claro, estoy exagerando, pero ya se imaginaran cómo es la vida en un pueblo bien pequeño que gira alrededor del golf (sí así mismo: Zzzzzz).


Otra cosa aprendí por allá: Pinehurst debe ser una de las comunidades más seguras en el mundo entero y les voy a contar por qué pienso eso. Resulta que después de que probamos el carro (y créanme que le dimos pela), por la tarde tuve par de horas libres y cogí una bicicleta prestada en el hotel. 


Me fui lejitos y en un momento en específico llegué a un minimarket y paré a comprar un refresco. Cuando llegué al área de parking, noté que uno de los carros estaba estacionado, pero con el motor encendido y las ventanas abajo. Cuando me fijé bien, había un nene chiquito en el asiento de atrás… ¡solo! 

Pensé lo mismo que ustedes: “¡Diantre, qué clase de padres irresponsables!”. 


Entré, compré mi refresco y me fui a tomármelo afuera antes de seguir en la bicicleta. Ya el carro se había ido. Mientras me tomaba la soda, llegó otro carro, manejado por una mamá joven y para mi sorpesa, hizo lo mismo: estacionó, dejó el carro prendido y entró a la tienda… y dejó a su nena pequeña solita en el asiento trasero.


       ¡Lo que es vivir con inocencia! Porque OK, puede que sea un sitio bien, pero que bien seguro, en el que no pase nada malo, pero puede pasar algo malo por primera vez y uno no quisiera ser el primero al que le pase. Allí lo más seguro es que nunca se han llevado un carro con un muchachito adentro. Digo, por algo es que siguen haciéndolo, porque nunca ha pasado nada malo. Pero los que lo hacen sencillamente no tienen la malicia de que pudieran ser los primeros a los que les pudiera ocurrir de que venga un loco y les lleve el carro con el nene adentro. Gente y no es que lo hacen porque haga frío o calor y no apagan el carro para dejarles prendido el aire o la calefacción. No. La temperatura estaba muy buena y tras que los dejan así con el carro prendido, dejan los cristales abajo.

Definitivamente, Pinehurst debe ser de los lugares más seguros en el planeta. También debe ser uno de los lugares con los padres más ingenuos del mundo.