Los zapatazos que le dieron la vuelta al mundo
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 17 años.
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Ya todo el mundo (literalmente) ha visto mil veces (figurativamente) los visuales de los zapatazos a Bush. En la Internet se pueden ver en cámara lenta, de distintos ángulos y hasta con efectos de sonido. He visto muchas de las versiones y tengo las siguientes observaciones:
El periodista iraquí tiene una recta de madre. Esos zapatos casi ni se vieron. ¡Atención escuchas de Grandes Ligas!
Bush mostró unos reflejos casi telepáticos. Cuando pequeño habrá sido el campeón de “tira y tápate” de su vecindario.
El iraquí actuó igual que el bueno de la película en el sentido que avisó antes de atacar. En las películas, cuando el bueno acecha al malo para por fin vengarse, justo antes de caerle encima desde el techo o de darle un buen tubazo por la espalda o simplemente de darle un tackle tiplo NFL, siempre, pero siempre, pega un grito de rabia que arruina el ataque sorpresa.
El séquito de seguridad de Bush se colgó. ¿No se supone que de la nada saltara un agente que bloqueara al menos el segundo zapatazo con la caja del pecho? Fíjense también en lo mucho que tardaron en salir los que sí reaccionaron y lo más grave: nunca removieron al presidente. ¿Y si lo de los zapatazos llega haber sido una simple distracción para que de otro lado saliera otra persona con algo más mortífero que unos zapatos voladores? Digo, no seré un experto en seguridad presidencial, pero como que esos detallitos se caen de la mata, ¿verdad?
Otra cosa: creo que a las próximas conferencias de prensa presidenciales, obligarán a los periodistas a entrar descalzos.