¡Un nuevo año, que gran ilusión! En el primer día del año sale el sol, como siempre, y los viejos problemas usualmente están ahí donde los dejaste el día 31 de diciembre.

Pero el año nuevo tiene una magia especial. Se siente un aire distinto, un ánimo renovado y una determinación autoimpuesta de hacer nuevas cosas o hacerlas de manera distinta. Es una costumbre imponernos resoluciones que todos nos disponemos a cumplir, hasta que no las cumplimos más. Sea cual sea tu resolución este año, te deseo que puedas cumplirla y que esa determinación tenga para ti el beneficio que deseas.

Pero, así como hacemos resoluciones personales, sería extraordinario si pudiésemos también hacer resoluciones colectivas. La primera en la lista debería ser que seamos más activos en la protección del medioambiente. Exigirle más a nuestro gobierno y fiscalizar la gestión para proteger nuestras costas, nuestro aire y nuestro suelo.

Esto no puede ser tarea de unos pocos, el gobierno tiene que saber que es vital para nuestra vida como país asegurar el bienestar de las futuras generaciones. Para este año deberíamos, todos y todas, proponernos hacer algo en esa dirección, pues cualquier aportación es importante.

Otra resolución de país debería ser mejorar la economía de nuestro sistema de salud, para que sea una posibilidad real para todos y todas, tener buena salud. La situación está bastante desbalanceada y la batalla entre la clase médica y las aseguradoras tiene víctimas reales, que son los pacientes. Esto golpea con más fuerza a los que menos tienen, pues conseguir una cita con un especialista es casi imposible. A veces, cuando llega la cita, el paciente ha empeorado tanto, que una condición que puede ser atendida se convierte en un problema crónico o tener una consecuencia aun peor.

Individualmente, es muy poco lo que podemos hacer, pues este problema requiere legislación. Entonces para lograr esa resolución, una de las cosas que sí podemos hacer es comunicarnos con nuestros legisladores e insistir en que se aprueben las medidas correspondientes que ya están radicadas. A veces se nos olvida que los representantes y senadores están ocupando esos puestos porque nosotros los pusimos ahí y que ellos trabajan para nosotros. Entonces hay que darle instrucciones y este año, esa debe ser la primera. Escríbale al representante y senador de su distrito, llame a su oficina, déjele saber que es importante que atiendan las medidas que detengan la fuga de médicos, que logren balance entre las ganancias de las aseguradoras y el pago a los proveedores y que haya justicia salarial para el personal de salud.

Otra resolución tiene que ser resolver el problema del alto costo energético de una vez y por todas. No puede haber desarrollo económico con un servicio de energía deficiente y carísimo. La resolución del gobierno está plasmada desde hace ya varios años, en la ley de reforma energética que dispone que para el 2025, dentro de solo dos años, la energía renovable deberá ser el 40% de nuestras fuentes energéticas. Hoy es solo el 4%, así que estamos bien atrasados para cumplir esa meta.

Una vez más hay que inundar el Capitolio y La Fortaleza de peticiones, en la forma en que a ustedes mejor les parezca, pero esta resolución tiene que ser prioridad. De lo contrario, de nada habrán valido los aumentos de salario y los bonos especiales, porque todo lo vamos a pagar en energía.

Como no es posible poner a todo el mundo de acuerdo para proclamar un deseo común, yo creo que este año debería ser resolución personal hacer algo para mejorar nuestra vida como pueblo. Que pongamos la política o más bien la politiquería a un lado y hagamos cada uno un esfuerzo personal para lograr la más importante resolución colectiva que nos sea viable vivir aquí.