Este post no impedirá que durante el fin de semana salgan como loc@s a refugiarse en el centro comercial más cercano y pasen la tarjeta de crédito como si no hubiera mañana. No. No se trata de persuadirlos de una manera tan baja, y menos sabiendo lo "existenciales" que son esas salidas.

Más bien quisiera proponerles que antes de comprar y seguir endeudándose, se cuestionen a dónde va a parar toda esa ropa y accesorios.

En mi caso, soy de las que ya no tengo espacio para una pieza más. El clóset que compartimos José y yo es como el de muchas parejas: la parte femenina con zapatos y ropa que sólo  en ocasiones usamos intenta SIEMPRE sacar de terreno al escueto lado masculino, de contados pares de zapatos, algunos abrigos y par de camisas.

Aun así, soy de las que regala y hacen resaca al menos una veces al año.

En una ocasión paré en casa de mi hermana de casualidad y, entre cosa y cosa, ví en la basura un vestido que era mio, que llegó a ella a través de mami. A ella, evidentemente, no le encantó y mi ex trajecito fue a parar a la basura de la cocina, con par de manchas de salsa y encima del medio galón de leche. De inmediato lo agarré, le cuestioné y me lo llevé. 

Y es que, quizas por ese lado crafty que desarrollamos algunos de los que nos preocupamos por el ambiente, también soy de las que no entiende cómo la gente es capáz de tirar la ropa a la basura. Aun si ya no te gusta, lo menos que puedes hacer es destruirla a tijerazos y usarla como paño, aunque sea de la cocina. Btw, también creo que el papel toalla es innecesario y que el único pretexto para comprarlo es tener una fiesta con muchos invitados. Fuera de eso, podemos resolver muy bien con agua y jabón. ¿O no?

Conclusión: Por más resaca y donaciones que hagamos hay que pensar muy bien a dónde pueden parar esas cosas que definitivamente no usaremos más. Por supuesto que antes de llegar a regalarlas, hay que evaluar el por qué de comprarlas y si en realidad será de mucha utilidad.

Como se imaginarán, desde aquella tarde, el Salvation Army y donaciones a iglesias y grupos de caridad están el tope de mi lista de opciones, desplazando fácilmente a mi querida hermanita.

Espero que un día eso cambie.

Para ver la infográfica completa, pueden oprimir aquí.

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