Y, sin embargo, hay momentos muy especiales que me han inspirado escribir, como en esta ocasión que celebraremos al Niño de Trastalleres y con él mi carrera, la vida, el amor.

Este Niño y yo, sí, ¡yo! Andrés, Júnior, Andy Montañez, somos ya un solo ser y ese masacote tiene un alma sonora que invita a contar, y tiene clave, tiempo, son y son... barrio, familia y música. Tiene ¡Patria!

He tenido la dicha de cantar en los escenarios más populares de América Latina, del Caribe antillano, de los Estados Unidos de Norteamérica, de algunos países de Europa, y hasta del Japón; y de cada uno de ellos atesoro momentos únicos que llenan mi trayectoria musical, pero les confieso que nada me da más placer que cantar en mi patria.

Hay un refrán bíblico, atribuido a Jesús de Nazareth, que dice “Nadie es profeta en su tierra”. Hoy por hoy, a 60 años de encuentros con mi público, me atrevo a contradecir al afirmar con regocijo que ¡soy profeta en mi tierra!

Honro y celebro este privilegio. ¡Gracias Puerto Rico! Y si yo no hubiera nacido en la tierra que nací, estuviera arrepentido de no haber nacido aquí.

Siempre representará un reto cumplir con las expectativas de mi público, a quien me debo por entero. Nos consta, a ustedes y a mí, que para este Niño de Trastalleres que me habita le resulta cuesta arriba este homenaje en tiempos de pandemia, toda vez que este Niño nació de un soneo -ya les contaré cantando- y se hace grande con cada abrazo y cada beso que da y recibe.

Volver al escenario y reencontrarme con mi público, mis fanáticos, seguidores, salseros, bailadores, ¡mi gran familia!, acortará toda la distancia acumulada y en cada canción daré el alma, esta que nos anima y compartimos el Niño y yo.

Vuelvo al Centro de Bellas Artes de Santurce con mi orquesta, formada por reconocidos intérpretes, instrumentistas indispensables, bajo la dirección de mi amigo y compadre, el pianista Pedro De Jesús. Me acompañarán por un recorrido de mis éxitos.

¡Me imagino cada minuto que en la tarima transcurra este encuentro con mis músicos, con mi historia, con mis amigos! ¡Qué grato sería poder abrazarlos a todos!

¡Gracias a la vida que me ha dado tanto!

Mi madre, mi fanática por excelencia, Celina Rodríguez, estará, como siempre, en primera fila. De sus 101 años de edad, mis 60 años de trayectoria artística le pertenecen. Ella es mi inspiración primera y última.

También mis grandes ausentes, mis duendes, mi padre, mi cantante favorito, cuatro de mis adorados hermanos, y mi primogénito, siempre están conmigo estimulándome a continuar. No me detengo ante los momentos difíciles, para así darle permanencia a lo grandioso.

Junto a mi gente, mi pueblo, que son mis motivadores, aunque las hojas blancas sigan cayendo, lo mío será cantar hasta que baje el telón del tiempo….