Me siento muy honrado por la invitación de Primera Hora para hacerme presente con unas líneas, especialmente durante ésta época de fin de año.

Creo que todos estamos de acuerdo en que el 2020 ha sido un año que nunca olvidaremos debido a que la pandemia le dio un giro inesperado a nuestras vidas. De un día a otro nuestras rutinas cambiaron y tuvimos que obligarnos a hacer ajustes. Para mí, lo más duro –con el respeto que siento por las personas que han perdido a algún ser querido- ha sido el dejar de ver a mi papá y a mi familia en general.

Es verdad que vivimos en un país de libertades, en donde cada cual hace lo que quiere y estamos acostumbrados a que el fin de semana vamos a la playa, al chinchorreo, de compras, a beber con los amigos disfrutando de los buenos ritmos que nos distinguen y en ésta época, por supuesto, de nuestra parranda navideña; y que de pronto nos digan ‘quédate en casa’, deja de trabajar, usa una máscara, lávate las manos constantemente, nos cae mal. No queremos que nos obliguen, qué vamos a hacer, así somos...

Yo soy un puertorriqueño más, orgulloso de mis raíces y ya que en los últimos meses he estado en confinamiento, me estoy preguntando si he sido lo suficientemente tolerante con la situación que vivimos actualmente. Tengo que ser honesto y calificarme en el justo medio, pero con la voluntad de ser mejor y hacer más. Diciendo esto, quiero invitarlos a todos a hacer la misma reflexión, y no importa la respuesta, siempre podemos proponernos mejorar, siempre podemos entender más a los demás, siempre podemos ser más tolerantes.

Todavía tenemos un largo camino por recorrer con esta pandemia, pero todo puede ser bien simple: si yo me cuido y sigo las recomendaciones de los profesionales de la salud, voy a proteger a mi papá, a mi familia, a mi vecino, a mis amigos, a mis compañeros de trabajo y así vamos a crear una barrera de protección.

Hagamos de esta Navidad una muy especial, pero en casa. No dudo que vamos a poder reunirnos con las personas más cercanas, para los amigos enviar un mensaje, una llamada que nos permita expresar un sentimiento y como dice El Gran Combo: “A comer pastel, a comer lechón, arroz con gandules…”, pero tomando precauciones. Vamos a demostrar que nosotros en la Isla del Encanto, unidos, somos capaces de superar cualquier obstáculo.

Los quiero mucho, los extraño y brindemos por un 2021 donde nuestros deseos se hagan realidad.

¡Dios los bendiga!