Ser hijo de “baby boomers” y abuelo de nietos Alfa es algo como que me vuela la cabeza. No es que esté preparado para lidiar con estos términos de generación X, Y, Z y Alfa. Mi esposa Sandy y yo disfrutamos criar a nuestros tres hijos “millennials”. Pero nosotros queremos que mis nietos “Alfas”, como ahora le llaman a la generación que nació en esta década, hagan cosas como las que me enseñaron en casa, que no necesariamente están dentro de un aparato electrónico.

Monto motora, corro “mountain bike”, juego golf y abrazo mis 4 perros; mientras Amaia y Lorenzo, los hijos de Natalia, mi hija mayor, no sueltan el iPad o celular. Se apoderan del televisor para ver vídeos infantiles o de grupos musicales en “YouTube”, y ya tú sabes que nadie más verá televisión durante el día. Los juguetes tradicionales que le brindamos no eran la prioridad. Pero ojo, esto no significa (como digo yo) que tengan sus momentos de lucidez y Amaia juegue con muñecas y Lorenzo con su Spiderman.

Pero lo más interesante de todo es que esta generación “Alfa”, o sea mis nietos, dominan las tabletas con una facilidad, dejando claro que nacieron 100% digitales y con unas destrezas admirables que les permitirá evolucionar en este mundo tan tecnológico.

Ya Amaia tiene 3 años y medio y es una experta en juegos educativos, mientras que Lorenzo con tan sólo un año y medio lo único que necesita de su abuelo es que le desbloquee el iPad y él se encarga del resto.

Cuando yo era chamaquito el “boom” de mi generación fue tener un “beeper” donde llegaban mensajes de una operadora. Olvídate de los celulares porque eso vino después y eran casi del grande de un teléfono de la casa, no existían aplicaciones, juegos ni calculadora. A diferencia de ahora donde mis nietos hacen videollamadas desde la cocina de su casa con el iPad o el celular de su mamá para vernos todo el tiempo.

Hace unos días llevé a mi nieta a la escuela y de camino me pidió una canción que no tenía en mi “playlist” y le dije: “Amaia, esa no la tengo”, y ella como toda una experta en un dos por tres me solucionó el problema diciéndome: “Apá, pídesela a Alexa”. Ahí validé que el ser humano evoluciona según su entorno y va desarrollando nuevas destrezas.

Y debo dejar claro que para nada me opongo a que mis nietos mejoren cada día sus destrezas tecnológicas, pero hay cosas que como todo un abuelo enérgico de la generación X no quiero dejar pasar. Un abrazo, correr motora, pasear en bicicleta, compartir en la mesa, los ratos viendo una buena película, llevarlos al parque a correr y sobre todo… mirando a su abuelo en “Cuéntame los domingos”.

Aunque este año por el confinamiento del COVID-19 se ha complicado mi tarea de tratar de disminuir el uso de la tecnología, somos entonces los abuelos los que no hemos soltado el iPad llamando a cada segundo por “facetime” a nuestros nietos para abrazarnos cibernéticamente.

Todo tiene un propósito y cada generación ya sea la X, Y, Z o la Alfa a la larga asimila a la otra en la tecnología del momento. Dentro de todo, los avances tecnológicos y mis nietos expertos utilizando estos aparatos nos han aliviado el mal rato de la pandemia.

Pero que sepan que tan pronto pase todo esto, nos abrazaremos, se montarán en mi moto, correremos bicicleta por el vecindario y le tendrán que bajar dos rayitas al iPad.

Johnny Lozada y su familia.
Johnny Lozada y su familia. (Suministrada)