Se podrían evitar muchos padecimientos y prevenir serias condiciones si consideramos la lactancia como el primer paso para el comienzo de una vida saludable. La leche materna está hecha especialmente para nuestros hijos.  De hecho, somos mamíferos, y por ende producimos leche para nuestra especie.  Definitivamente, no es lo mismo para el ser humano alimentarse con leche de otro animal que de su propia leche materna.  Cada uno de los mamíferos tiene, a través de su leche materna, características específicas para su propia especie; sin embargo, los humanos somos el único grupo que se atreve a darle otro tipo de leche a sus crías.  Si promovemos activamente la lactancia se evitarían problemas posteriores de salud.

El ser humano desarrolla rápidamente su cerebro, sobre todo durante los primeros tres años de vida y la leche materna contiene todos los elementos necesarios para que su desarrollo sea el óptimo.

La lactancia Materna:

1) Contiene células vivas, que son glóbulos blancos, los cuales se le transmiten directamente al bebé durante el proceso de lactancia, protegiéndolo contra las infecciones.  Esta característica en particular, no la tiene la leche artificial o fórmula, debido a que ésta se almacena en empaques (latas o plásticos) que no le permiten almacenar células vivas.

2) Tiene un sistema para proteger al bebé de bacterias o virus debido a que a través de la madre ésta produce anticuerpos, los cuales se le transmiten al bebé protegiéndolo como ninguna otra leche. Debido a que es un sistema que está funcionando activamente, la mamá lo protege continuamente.

3) Tiene todos los elementos y nutrientes necesarios para desarrollar el sistema neurológico del bebé.

4) Al ser natural y contener proteína humana no se producen reacciones alérgicas. En cambio, las fórmulas o leches artificiales se preparan a base de leche con proteínas extrañas al cuerpo humano y un alto contenido de ingredientes artificiales los cuales propician el desarrollo de reacciones alérgicas (Ej. Asma, Dermatitis, etc.). 

Definitivamente, no existe fórmula que duplique el equilibrio perfecto de los nutrientes que contiene la leche materna.  La tecnología moderna no puede producir un sustituto de la leche materna que proporcione las inmunidades, anticuerpos y nutrientes presentes en la leche materna y menos aún proporcionar el contacto físico que existe entre madre y bebé en el amamantamiento. Cada descubrimiento trae consigo un gran asombro ante la precisión con la cual la naturaleza la ha diseñado. Todavía hay componentes de la leche materna que ni se conocen y no hay una leche materna para copiar ya que esta varía según las necesidades del bebé.

Vinculo especial

Además de todos los componentes nutricionales de la leche materna que contribuyen al desarrollo saludable del bebé, existe uno muy especial y el más importante de todos los mencionados.  Se trata de ese vínculo y apego especial entre la criatura recién nacida y la madre, durante el amamantamiento, muy saludable emocionalmente para ambos.  Sin embargo, debemos trabajar con algunas de las barreras más grandes que evitan el proceso de lactancia: La familia, los profesionales de la salud y los hospitales.

Definitivamente, no es lo mismo que el bebé se pegue a un plástico (mamadera o bobo), que a la piel (al pecho) de su madre cuando tiene hambre, sueño o necesidad de seguridad y amor. 

Mario Ramírez Carmoega es pediatra y especialista en manejo de Lactancia Materna. Su oficina está ubicada en la Torre del Hospital Auxilio Mutuo, suite 815. Para citas puede llamar al:  787-764-2274 Puede seguir al doctor en Twitter: @DrMarioRamirez