En estos tiempos tan difíciles muchos hemos experimentado lo que es el miedo. Miedo a salir de nuestras casas, miedo a enfermarnos, miedo ante la posibilidad de perder a un ser querido, a perder el trabajo y hasta a volver a la normalidad. El miedo no es un sentimiento nuevo que solo surge tras estar viviendo con una pandemia. El miedo es una de las emociones más primitivas y universal.

Se puede sentir miedo a algunos animales, a hablar en público, a enfrentar algo nuevo, a guiar, miedo a montarse en un avión, entre otras muchas situaciones del diario vivir. Pero... ¿qué es el miedo?

El miedo es un mecanismo de defensa que nos protege de situaciones de peligro pero a su vez puede ser ocasionado por la forma en que fuimos criados, por ejemplo: le tengo miedo a la playa por que de niño nuestros padres nos enseñaron o modelaron este tipo de temor.

El miedo que nos lleva a protegernos de una situación claramente peligrosa es un miedo adecuado y funcional pero cuando esta emoción sobrepasa un peligro inminente, nos estanca y hasta paraliza, se convierte en un miedo disfuncional que nos molesta y hasta hace sentirnos mal con nosotros mismos.

Resulta importante diferenciar lo que es el miedo de las fobias. Cuando hablamos de fobia (DSMV) las personas con fobias suelen experimentar una mayor activación fisiológica cuando prevén o se exponen a un objeto o situación fóbica.

El miedo es difícil de controlar y erradicar de nuestras vidas, pero poniendo nuestra mente en positivo y afrontándolo es una de las herramientas más valiosas.

Que puedes hacer:

-reconoce tus miedos, pero racionaliza (esto es algo que me puede causar peligro, puedo vencer esto porque no tiene razón de ser, entre otras autoafirmaciones)

-hazte amigo de tus miedos, exponte paulatinamente.

-"Saca Pecho" si reconoces que tu miedo no tiene razón de ser, no es causal de un peligro a tu vida, enfréntalo. Si tienes por ejemplo miedo a montarte en un elevador comienza entrando acompañado por alguien, esto puede darte seguridad.

-No ocultes tus emociones, verbalízalas con alguien que te pueda servir de apoyo. El hablar es terapéutico.

-Si tu mido se convierte en fobia no dejes de buscar ayuda profesional.

Termino con este pensamiento de Nelson Mandela, analízalo, hazlo tuyo; “No es valiente quien no tiene miedo sino quien sabe conquistarlo”