Depresión navideña en tiempos de pandemia
La psicóloga clínica Ingrid C. Marin Espiet ofrece algunas recomendaciones para combatir el “blues” de Navidad.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
PUBLICIDAD
Comenzó la época más esperada por gran parte de la población: la Navidad.
Una época donde para muchos la alegría los invade, llegan las fiestas, los regalos, la música y, lo más importante, el compartir con amigos y familiares en encuentros festivos.
Esta Navidad no es igual a las anteriores y, aunque muchas personas han adelantado su decoración navideña, no se siente igual, no se espera lo mismo, no hay la misma algarabía y alegría que en el pasado.
Como todos sabemos, nuestra Navidad está limitada, hay que mantenernos en casa y debemos ser conscientes de que un buen momento de celebración junto a la familia puede traer tristeza y lágrimas. La pandemia ha cambiado nuestras vidas y, aunque es duro y produce gran nostalgia, debemos ser conscientes de que debemos estar separados físicamente, pero no emocionalmente.
Ya es conocido por muchos que la Navidad puede traer tristeza, nostalgia y hasta depresión en algunas personas. Aunque no está reconocido como un diagnóstico en el Manual de Diagnóstico y Tratamiento (DSM-5) se le conoce en la sociedad como depresión navideña, blanca navidad o “blues de navidad”.
Este estado anímico que se caracteriza por tristeza, añoranzas, llanto, ansiedad y falta de deseos de hacer cosas de las que disfrutamos, entre otros síntomas, viene por varias razones, entre ellos, los recuerdos de los que ya no están, las añoranzas de los momentos felices que se vivieron, por tener que incurrir en gastos que no se es posible costear y el tener que mostrarse felices por la presión de los medios y de los familiares.
Este año son más las personas que podrían experimentar estos sentimientos al no poder compartir con nuestros seres queridos, no poder abrazarlos, no poder compartir como en el pasado, no poder salir y por la gran incertidumbre de no saber cuándo esta pandemia llegara a su fin y podremos volver a la normalidad.
¿Qué podemos hacer para combatir la depresión navideña o “blues” de navidad?
- Trate de aceptar su realidad actual, la nuestra es que la esta Navidad no será la misma porque tenemos que protegernos y proteger a nuestra familia. Piense, analice, ¿vale la pena exponer a un ser querido o exponerse por festejar 6 días (24, 25 y 31 de diciembre, 1, 5 y 6 de enero)? NO, busque alternativas para pasar un buen momento junto a su círculo directo. Es por demás sabido que gran parte de los contagios de COVID-19 se dan en reuniones familiares.
- Es normal extrañar a los seres queridos que han fallecido, pero, en lugar de pensarlos con tristeza, piense en los momentos felices vividos en su compañía.
- Si nuestra tristeza proviene por los seres queridos que están lejos, llámelos, tengan interacción por videocámara y disfrute de la compañía de los que están a su alrededor. Recuerde que hay personas que tenemos cerca y que nos aprecian, como los amigos y vecinos.
- La felicidad no proviene en comprar cosas, proviene en tener pequeños detalles que van desde una llamada hasta enviar una tarjeta (tradición que casi ya no se practica).
- Aunque suene duro, la Navidad es hermosa ya que celebramos el nacimiento de Jesús, pero la hemos redefinido a fiestas, jolgorios, chinchorreo y comelata. Vea la Navidad como una fecha para celebrar al igual que debemos celebrar cada día que abrimos los ojos y estamos vivos y saludables.
- Si estás solo, celebra la vida, la salud, haz un ritual que te haga sentir bien y fomente el amor propio.
- Si se siente deprimido y no puede trabajar con estos sentimientos, busque ayuda profesional. Hablar es terapéutico y será de gran ayuda para sentirnos mejor.
Claramente, esta Navidad no será como las anteriores, quizás no disfrutaremos igual, no habrá fiestas, pero esto pasará y volveremos a reunirnos a festejar, a abrazarnos. Analice, seguramente algo positivo podrá encontrar de este difícil momento de vida.
Este año, el verdadero amor y sentido de la Navidad se traduce a PROTÉGETE y protege a tu familia.
Si desea coordinar una cita con la psicóloga clínica Ingrid C. Marin Espiet, puede comunicarse al (787) 222-4999 o vía email: imarinespiet@gmail.com.
Psicóloga clínica licenciada, conferenciante, recurso para medios de comunicación escrita, radial y televisiva. Experiencia como profesora universitaria. Práctica privada con 18 años de experiencia clínica en el área de salud mental ofeciendo servicios de psicoterapia a adultos, niños, adolescentes, parejas y comunidad LGBTT. Experiencia en preparación mental de atletas.
Natural del pueblo de Arecibo, egresada de la Universidad Carlos Albizu Miranda, Recinto de San Juan.
Controla tus emociones
Aprende cómo manejar las emociones de tu hij@.