Las redes sociales, como es de conocimiento general, son una herramienta para encontrar desde amistades del pasado, hacer nuevas amistades y hasta realizar ventas.

Es una forma de compartir cosas positivas y otras no tan positivas (aunque estas no se deberían).Tanto jóvenes como adultos disfrutan de las mismas, en ocasiones, a tal magnitud que las habilidades para socializar se pueden ver afectadas.

Dentro de las mismas se han incorporado paginas exclusivamente para conocer personas que compartan intereses en común y hacer lo que llaman “matching”.

Con tan solo mencionar las actividades que se disfrutan, las cualidades físicas y de personalidad el sistema une a la persona a posibles candidatos para establecer una amistad con posible interés romántico.

Esto a muchas personas le ha funcionado y a otras muchas las ha llevado a involucrarse con personas que las han timado o simplemente no son lo que la otra parte esperaba. Si la persona es soltera es una forma que en la actualidad ha ganado gran arraigo pero si se es casado o tiene compromiso con otra persona trae grandes conflictos y problemas. Las páginas sociales pueden traer serias diferencias en la familia y sobre todo en las parejas. Un estudio realizado por la Universidad de Missouri (2013) reveló que una relación directa entre el uso excesivo de Facebook e infidelidad, rupturas y divorcios.

Más aún con la inclusión de espacios para conocer otras personas que buscan pareja. En las relaciones vulnerables donde puede haber llegado el distanciamiento físico y/o emocional, donde hay conflictos, problemas de comunicación, problemas económicos o con los hijos puede haber una posibilidad mayor de involucrarse en una relación cibernética.

Esto quizás comienza para distraerse y buscar compartir sus problemas con el otro género e intercambiar puntos de vista hasta llegar a un amorío, a la infidelidad.

Las relaciones de pareja se fundamentan en su mayoría en compromiso, compasión, amistad, intimidad y fidelidad. La comunicación y las destrezas de solucionar problemas son partes importantes para que una pareja pueda salir adelante ante las adversidades del diario vivir. Se piensa que la infidelidad en la pareja solo se da cuando hay contacto físico con una tercera persona. Algunas personas piensan que si los contactos son por Internet no pueden ser considerados como infidelidades.

Otros justifican su comportamiento como piropos a amig@s, curiosidad o errores de juicio que no iban a llegar a nada.Ciertamente la infidelidad cibernética es ser tan infiel como encontrarse con alguien a solas con algún interés romántico o sexual. La infidelidad cibernética trae el mismo dolor y sentimiento de traición a la otra parte.

Ana María Restrepo en su libro titulado “En Pedazos” refiere que la infidelidad empieza en el instante en que se tiene la intención y se empieza a tener pequeños o grandes gestos de coqueteo con un tercero. Si estás entrando en este tipo de conducta evalúa tu relación, pregúntate a ti mismo si el amor se acabo y por eso buscas otros estímulos.

Si contestación es afirmativa considera el dialogo con tu pareja y dale la oportunidad de seguir adelante su vida.

El mantener relaciones por costumbre o por miedo a la soledad es una conducta egoísta. Si tu relación está en crisis, pero aún hay amor, busca ayuda de terapia de pareja. Por otro lado si estas atravesando por esta situación, si descubriste que tu pareja te es infiel, si sabes que tu pareja está sosteniendo una relación por las redes o que comenzó por las mismas, piensa, evalúa tus sentimientos y si puedes vivir luego de esa desilusión. La fidelidad es más que sentir amor, es respetar.

El amor en ocasiones tiene fin, y no por esto se ha fracasado. Si desea coordinar una cita con la Dra. Ingrid Marín Espiet, en su oficina localizada en el área metropolitana puede comunicarse al (787)222-4999. Para consultas sobre este tema puede hacerlo vía email: imarinespiet@gmail.com