La combinación de los eclipses de fin de año, el cansancio, el agotamiento y el fin de año nos puede llevar a desenfocarnos. Como estaremos recibiendo y analizando mucha información de nuestro pasado, el presente puede volverse un marasmo de ideas, pensamientos y conclusiones que no son del todo lo que está pasando. Si no tomamos consciencia de esto podemos muy bien enredarnos en el drama mental o en los pensamientos repetitivos de escasez, de miedo, de preocupación, en fin, de ansiedades que nos llevan a vivir en modo de crisis. Lo cual es sinónimo de estrés elevado. Todo esto es evitable si nos conectamos con: la intuición.

Es importante desarrollar el poder de la intuición este mes. Esa es la clave para mantenernos cuerdos y conscientes de lo que verdaderamente está pasando con nosotros. Lo que sentimos en nuestro cuerpo es lo que nos devela la información de la intuición. Cuando nos sintamos desesperados, desenfocados y abrumados, simplemente conectemos con el cuerpo.

¿Y cómo se conecta con el cuerpo?

Lo primero es que hay que hacerle caso a la vitalidad. A lo largo del mes estaremos pasando por momentos marcados de mucha o de poca energía. Hay que sintonizarse con ese flujo de energía vital. Se debe hacer mucho cuando el cuerpo está en ese nivel de basta energía, y poco cuando el cansancio y la fatiga se manifiestan. Esto previene que nos sobre saturemos. También nos ayuda a prevenir el sentimiento de frustración que puede venir acompañado de la energía de los eclipses (del pasado 30 de noviembre y del próximo 14 de diciembre).

Hacer ejercicios de enraizamiento o ‘grounding’ nos puede ayudar a, también, conectar con el cuerpo. Una forma de hacerlo es visualizar todas las mañanas como de nuestros pies sale energía (que podemos visualizar de algún color… el que más nos guste) que nos conecta con la tierra o el piso que nos sostiene. En ese momento, podemos monitorear las incomodidades o falta de ellas en nuestro cuerpo. El notar lo que está pasando en el físico nos lleva a conectar con lo emocional y hasta lo espiritual. Esa es la intuición. Ese cúmulo de información que podemos acceder cuando tomamos unos instantes para simplemente ser y estar.

La otra manera en la que conectamos con el cuerpo es a través de la soledad. Por eso es importante conectar con espacios y momentos de soledad los cuales nos permiten re enfocarnos. Esto debe ser de forma balanceada y sabia porque en otros momentos la compañía de alguna persona clave nos llena de mucha luz. Esa luz nos sirve proveniente del otro nos permite conectar con el cuerpo. Tengamos esas personas luminosas pre seleccionadas a lo largo del mes para cuando surja el momento de necesitarlas ya sepamos a quien buscar o llamar.

Como parte de la conexión del cuerpo, debemos trabajar con los mitos que tenemos sobre la intuición. Aquí te dejo este vídeo:

Además de conectar el cuerpo para desarrollar la intuición, debemos tener en mente y practicar lo siguiente:

  • Si nos viene un pensamiento al azar, NO descartarlo sino mirarlo y hacerle caso.
  • Seguir lo que siente nuestro corazón aunque la razón lo debata.
  • Dejar los deberes y hacer más lo que queremos.
  • Pedir guía a través de los sueños.
  • Notar la naturaleza pues allí puede manifestarse mucha información que nos esclarece.
  • Hacerle caso a las sincronías (sobretodo las que nos sorprenden).
  • Escuchar a los otros (muchas veces la intuición se manifiesta a través de lo que recibimos de los otros) aunque no nos estén hablando directamente.

Para citas con la doctora Veroshk Williams, quien es psicóloga clínica, astróloga y emprendedora de sabiduría, puedes comunicarte con su clínica Sanación Infinita PR al (787) 460-3247 o acceder a veroshk.com. También puedes seguir su canal de YouTube, Veroshk Williams.