El desbordamiento emocional nos ocurre a todos. En estos momentos de cuarentena y aislamiento social es de esperarse que las emociones estén a mil y que estemos más sobre cargados que antes. Es necesario ver esto como una realidad, aunque no se palpe este sentir conscientemente.

Las emociones y sentimientos que pueden estar experimentándose son frustración, ansiedad, miedo, tristeza, coraje, preocupación del futuro, incertidumbre y hasta angustia. Todo ello puede afectar nuestros patrones de sueño, generar ataques de pánico o la sensación de esto (o pérdida de control), se altera la claridad mental, se pueden tener exabruptos emocionales o de coraje, en general, se puede sentir algo de descontrol. Sin embargo, debemos pensar en cómo mantenernos centrados y hacer nuestro mejor esfuerzo para la prevención.

Primeramente, se debe asegurar que se está descansando suficiente. Esto incluye el sueño. Es necesario que podamos dormir de 7 a 8 horas diarias para que el cuerpo tenga el espacio para reestablecerse. También, es necesario tener tiempo para hacer nada. Literalmente, espacio de estar sentado, mirando al techo o al cielo. Estos son otros buenos espacios de recarga en donde la mente y el cuerpo pueden bajar revoluciones. El sistema nervioso y emocional agradecen estos espacios.

Además, va a ser importante cultivarte conscientemente. Trabaja con tus valores, con la persona que eres y la que quieres ser. En este momento puedes afirmar las convicciones de lo que tu necesitas y quieres ser. Ten la valentía de mirar tus necesidades. Comunica serenamente lo que necesitas. Hazte cargo de llenar esas necesidades aun dentro de la realidad ajustada que se tiene en este momento. Recuerda siempre que esto es tu responsabilidad y que se tienen los recursos para ello.

También es importante, trabajar con ser más amoroso y compasivo. Esto es para contigo mismo, la gente que tienes alrededor (con quien pasas el encierro), con quien te comunicas y con quien interactúas cuando sales. Recuerda que cada uno está procesando a su manera. Lo necesario es apoyarnos para que cada uno pueda estar de la mejor manera posible. Es necesario no dejar que se interponga tu lado oscuro en este momento. Hay que apostarle a ser la mejor persona que se puede ser.

Por esta razón, comparto lo que, al momento, estoy trabajando para lograr ser más amorosa y compasiva. Es necesario hacerlo como una práctica constante y consciente.

Formas en las que puedes ser más amoroso y compasivo:

1. Determina que es desde ahí que quieres relacionarte con los otros siempre.

2. Reconoce que eres bueno.

3. Que tu deseo sea ser una buena persona siempre.

4. Expresa todo lo bonito que sientes hacia las personas.

5. Agradece.

6. Reconoce tus errores, aunque duela.

7. Piensa en esta realidad: cada relación que tienes es una extensión de tu relación contigo mismo.

8. Observa y conecta con cada belleza de la naturaleza.

9. Quítate el caparazón.

10. Hazte sentir desde lo más profundo de tu corazón.

11. Vuelve la calma tu motor constante.

12. Saca tiempo para la espiritualidad: lectura, reflexión, oración, contemplación, meditación o lo que resuene contigo.

13. Confía siempre en la vida.

Para citas con la Dra. Veroshk Williams quien es psicóloga clínica, astróloga y emprendedora de sabiduría puedes comunicarte con su clínica Sanación Infinita PR al (787) 460-3247 o conectar con www.veroshk.com.