A semanas de que el gobernador Luis Fortuño se presente nuevamente ante la Legislatura para hablarnos de su último presupuesto del cuatrienio, nos han bombardeado con datos, opiniones y tecnicismos relacionados con la situación económica de la Isla.  Los datos y algunas opiniones fueron reportados por tres medios distintos, el Banco Gubernamental de Fomento (BGF), la Unidad de Inteligencia Económica (UIE) de la revista The Economist y la agencia evaluadora de riesgos Moody’s. 

El primero, producido por el BGF a través de su presidente el señor Juan Carlos Batlle, informó que por segundo mes consecutivo desde que comenzó la depresión, el Índice de Actividad Económica creció en .7% en el mes de febrero del 2012.  En enero de este año, el índice creció a razón de .5%.

Por otro lado, la UIE de la Revista Británica The Economist informó que la Isla tendrá un crecimiento económico de .7% producto de las medidas tomadas por el gobierno.  Claro, el The Economist, basó su predicción en la implantación efectiva de varias medidas impulsadas por la administración Fortuño las cuales, en mi opinión, no han tenido impacto ya sea por el corto tiempo de aprobadas o porque ni siquiera han sido aprobadas. 

Una de las medidas que señala el The Economist, según lo publicado por los medios noticiosos, es la ley que otorga tratamientos contributivos especiales a la exportación de servicios y a individuos de alto caudal que establezcan en Puerto Rico una residencia legal.  Les pregunto yo, ¿piensan ustedes que esto haya ocasionado algún impacto en nuestra economía?  ¿Han venido en masa los boricuas exiliados o extranjeros de otros países a comprar propiedades en la Isla por esa exención?  La respuesta es más que obvia, no.

La otra medida destacada es la movida del Gobierno y el sector empresarial para aprobar la sección 933A en el Congreso federal a fin de conceder otro tratamiento preferencial a empresas que establezcan ciertas operaciones en suelo boricua.  Vuelvo a preguntar.  ¿Cómo puede impactar positivamente a la economía algo que ni siquiera ha sido aprobado?

Mientras, Moody’s informó que puso, y cito textualmente de lo publicado por otro medio informativo, “bajo vigilancia para una posible rebaja las filiales de las entidades españolas Santander, BBVA y Banco Popular en Puerto Rico por el deterioro de la situación económica del país caribeño”.  Obviamente, pienso yo, para Moody’s la situación económica por la que atravesamos no ha terminado.  Si opinaran distinto no hubiese razón alguna para poner en perspectiva negativa a los tres bancos. 

Sobre esta noticia tengo que citar al Comisionado de Instituciones Financieras por el tecnicismo que utilizó para narrar lo que pasa en ese sector.  Según lo publicado por un periódico de circulación general, el señor Rafael Blanco dijo que “Para el consumidor y cliente (la decisión de Moody’s) no tiene ningún impacto y los depósitos están garantizados por el Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC) y no hay un riesgo en eso.

También dijo que “sí puede tener alguna repercusión en el costo de los fondos para los bancos, que deben entonces tomar medidas para manejar el nivel de riesgo.

En la primera cita el Comisionado dice que no habrá repercusiones sobre los depósitos de la gente lo cual es muy cierto.  Mi interpretación de la segunda cita es que el crédito se pondrá más caro y que los bancos serán más cautelosos al momento de concederlo.  Esto de por sí son malas noticias para el gobierno ya que toda economía que pretenda crecer debe tener un sector bancario dispuesto a prestar.  Si la banca no presta dinero no se desarrollan proyectos privados de infraestructura necesarios, en nuestro caso, para salir de la depresión en la que estamos y crear empleos.  El gobierno solo no puede ser el motor de la economía.

Para finalizar, por esta semana, quiero destacar el significado de lo que es una opinión para que podamos entender y manejar esta información económica.  El primero (opinión) se es un dictamen o juicio que se forma de algo cuestionable mientras que el dato es el antecedente necesario para llegar al conocimiento exacto de algo o para deducir las consecuencias legítimas de un hecho. 

Cuando el BGF dice que el IAE creció a razón de .7%, es un dato.  También, son datos lo informado por el The Economist de que la economía crecerá a razón de .7% en el año fiscal 2012 y la intensión de Moody’s de bajar la calificación de los tres bancos debido a la situación económica de la Isla.  Esta última parece contradecir a las primeras dos.  Es también un dato, y esto ya lo escribí en otro blog, que para salir de la depresión se requieren dos trimestres en crecimiento.  Hasta ahora falta un mes para cumplir con un solo trimestre.  Igualmente es un dato el hecho de que no es posible salir de la depresión si el sector bancario no presta dinero para que se financie obra privada. Esta última puede ser corroborado con la historia económica.

Por otro lado, cuando el Presidente del BGF dice que en mayo saldremos de lo que para él es recesión lo que está emitiendo en efecto es una opinión ya que no basa su argumento en datos.  Igualmente ocurre cuando la revista The Economist utiliza eventos que no han ocurrido tales como la aprobación de la sección 933A para justificar el crecimiento de nuestra economía.  Por qué esta revista hace esto no lo sé y no me lo voy a cuestionar máxime cuando he utilizado sus predicciones en otras ocasiones en la cual perjudica al gobierno actual.

Lo cierto es que los que sabemos distinguir entre lo que es un dato y una opinión podemos entender, sin prejuicios, en dónde estamos parados en estos momentos.  Sacando el grano de la paja nadie podrá meternos las cabras.