Dos años han pasado desde que comencé a escribir el blog de Economía 101.  Fui crítico de muchas cosas y aplaudí otras que entendía eran buenas para el país.  Mantuve una línea de pensamiento libre y critiqué a quienes opinaban sobre situaciones económicas del país y mantenían contratos con el pasado gobierno.  No puede haber libertad de pensamiento si hay ataduras de dedos sobre todo si se evalúa la gestión quien es tu cliente.

Recientemente acepté formar parte de esta administración desde el Departamento de Salud.  Es por tal motivo, que les anuncio que esta será la última entrada del blog que escribo en Primera Hora.  Agradezco profundamente  la oportunidad que me brindara Benjamín Morales, exdirector de Primera Hora, por haberme permitido llegar a tantas personas a través de este medio electrónico.   A Milvia Archilla, por ser mi editora personal, al editor de Primerahora.com., José Hernández Falcón, por su confianza, y por supuesto, a todos los lectores de Economía 101. 

Juntos hicimos historia al establecer por primera vez un blog sobre temas de economía, planificación y legislación en un periódico puertorriqueño. Han pasado muchas cosas desde que escribí mi pasada entrada del blog. Se han anunciado aumentos en servicios públicos, se legisló para dejar temporeramente el  4%  de impuesto a las empresas foráneas, se han levantado dudas sobre el contrato de privatización del aeropuerto heredado, el crédito del país ha sido degradado, el presupuesto tiene un descuadre mayor al que decía la pasada administración y se anunció a nivel federal un aumento al salario mínimo.  De todos estos temas, me autocensuré para no caer en lo mismo que critiqué. Llegó el momento de pasar el batón.

Antes de finalizar, quiero expresar claramente mi opinión sobre el salario mínimo.  Hace algún tiempo hice un estudio para un legislador sobre este tema en el que concluí que un aumento al salario mínimo, ocasionaría inflación, desempleo y aumento en la pobreza.  Sobre las primeras dos consecuencias, varios economistas han levantado su voz de alerta. 

Sin embargo, no se ha mencionado que los que no trabajan y viven de fondos federales también se perjudicarán debido a los efectos de la inflación, ya que terminarán siendo más pobres.  En mi opinión, de concretarse esa legislación federal, debería implantarse en la Isla de forma escalonada.  La salud de muchos negocios del país podría verse seriamente afectada si se hiciera automáticamente.

Dicho esto, lo que resta por decirles es hasta luego.