Alguien le puede decir al presidente de la Junta de Planificación, el planificador Rubén Flores Marzán, que Puerto Rico no produce celdas fotovoltaicas ni molinos de viento por lo que, quienes intenten establecer este sistema alterno de energía, tienen que importar los equipos necesarios para instalarlos.  Díganle que el efecto de esto es que él esté sobreestimando el impacto de esos proyectos en la construcción y que el crecimiento de 8.4% del sector de construcción para el 2013 es ridículamente bajo como para impulsar el crecimiento de la economía.

Por favor, infórmenle que los fondos federales, que son medulares para hacer las proyecciones de la Junta, no crecieron en 2012 ni crecerán en 2013 porque comenzó la implantación de la Ley de Control de Presupuesto Federal de 2011.  Que la banca no está prestando porque el alza en las quiebras, la baja en el precio de las propiedades y la salida del dinero que las 936 tenían en esas instituciones, han lacerado a algunas instituciones y herido de muerte a otras.

Enséñenle que los datos del precio del crudo fueron superiores a los que la Junta utilizó como base para proyectar el crecimiento de .7 en el año fiscal 2012 que finaliza el 30 de junio de este año.  Y que la economía de Puerto Rico nunca ha crecido cuando hay crisis de petróleo, la cual por cierto no ha terminado. 

Han llegado al ridículo de que por primera vez nuestra economía crece positivamente en periodo de crisis petrolera.  En las pasadas cuatro veces de crisis petrolera (la del 74 al 78, la del 80 al 85, la del 89al 92 y la del 2000),  lo menos que había tenido Puerto Rico era desaceleración.  Nunca se había experimentado crecimiento.

Por estas razones y otras que no discutiré, es que los economistas no creen en el crecimiento que los burócratas de la Junta han estimado para este año fiscal.  Es duro criticar, sobre todo cuando tengo compañeros y colegas a los cuales aprecio y distingo por su verticalidad.  Sé de las presiones de los Ejecutivos y de Fortaleza.  Callar no es opción para mí.

Si es correcto lo que la Junta está señalando habríamos llegado a un nuevo equilibrio económico en el asunto de la energía.  El equilibrio económico surge cuando la oferta de un bien se cruza con la demanda de ese bien, es decir cuando todo lo que los productores producen se vende, a un precio determinado, en su totalidad.

Si este fuera el caso nuestro, el efecto sería que nos acostumbramos a pagar la gasolina a peso el litro, el petróleo a $100 por barril y por consiguiente la energía eléctrica a sepa usted cuánto.  Igualmente estuviéramos acostumbrados y aceptaríamos como algo normal la inflación que está ocurriendo en todos los renglones incluyendo, por supuesto, al sector de los alimentos.  Todo esto es lo que estamos viviendo con el agravante de que muchos están desempleados y los que están trabajando no reciben aumentos de sueldo desde el año 2008 o antes.

No creo que esté ocurriendo un equilibrio energético.  Lo que sí está pasando es que están jugando con los datos para justificar unas políticas económicas erradas y demostrar un crecimiento para salvar una elección.