Cómo es posible que en 2011 y en 2012 los fondos federales que recibe Puerto Rico crezcan a razón de 7.3 y 9.5% respectivamente aún cuando todos sabemos que se aprobó la ley federal de control de presupuesto de 2011 cuyo fin es reducir la deuda de los Estados Unidos de Norteamérica en un término de diez años.  Cómo es posible que se haya estimado tal crecimiento cuando en el Presupuesto sometido por el Presidente Barack Obama el 80 por ciento de los fondos federales que recibimos crece, para el 2013, en prácticamente cero por ciento.  

Por qué los fondos federales de becas Pell Grant aumentan en $16 millones para el 2012, según lo publicado por la Oficina de Presupuesto y Gerencia, cuando sabemos por los medios de información que dichos fondos serán reducidos. Por qué estiman que recibirán $93 millones en el programa Improving Teacher Quality State Grant cuando el Presidente Obama redujo a cero lo que recibiríamos en ese programa en 2013.

Esas incongruencias son las que me llevan a pensar que los datos de fondos federales podrían estar sobreestimados o que, al momento de cuantificar dichos fondos, fueron demasiado optimistas con relación al impacto de esa ley federal en Puerto Rico.  No sería la primera vez se realicen estimados prejuiciados.  Ya nos tienen acostumbrados a eso en las proyecciones de crecimiento económico.  Y eso no lo digo yo.  Según informara un medio noticioso la semana pasada las casas acreditadoras ya mencionaron este asunto de sobre estimación de las proyecciones.

El efecto de estas sobreestimaciones es lo que me preocupa y ocupa a mí. Los fondos federales forman parte del presupuesto operacional de Puerto Rico y por lo tanto una parte vital para el crecimiento de nuestra economía.  La reducción de éstos implica menos circulación de dinero en la Isla lo cual afectaría nuestra economía y podría significar que haya despidos por la eliminación de esos fondos o reducciones en beneficios de programas tales como el de las becas para universitarios o el programa de Ryan White que beneficia a pacientes de SIDA.

En el congreso comenzó una guerra ideológica.  El Presidente sometió su propuesta en la cual, en nuestro, caso no aumenta significativamente los fondos federales que recibiremos.  La contrapropuesta de la cámara de Representantes federal no se hará esperar.  Ya, tan cerca como el jueves 10 de mayo, anunciaron recortes millonarios al programa Medicaid del cual Puerto Rico recibe la friolera de $5 mil millones.  Eso nos dá una idea de por dónde vienen.  A Puerto Rico le conviene que se pongan de acuerdo.  De no hacerlo entrarían en vigor reducciones automáticas previamente legisladas  en la ley de control de gastos de 2011.  Lo que seguramente no pasará es que dichos fondos federales crezcan como lo proyectó OGP.  Pensar que no nos vamos a afectar es irreal.  Lo que debemos hacer todos es prepararnos para los diez años de vacas flacas que se avecinan en cuanto a fondos federales se refiere.