Lito Peña: Música, maestro
“Lito y su orquesta Panamericana llenaron las salas de baile, los programas de televisión, los teatros y las plazas de un sonido muy particular donde crearon la fanaticada necesaria para convertirse en una de las orquestas más importantes de Puerto Rico y el Caribe”.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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Esta columna de hoy tenía que estar dedicada a una de las figuras más nobles de la música nuestra. Un hombre íntegro, profesional de todas las estrellas, creativo y poseedor de una inspiración para retratar con melodía los más intensos sentimientos de nuestro ser.
Don Ángel Peña Plaza o sencillamente, Lito Peña, como todos los que tuvimos la dicha de conocerle y compartir con él le llamamos. Perteneciente a una dinastía musical impresionante, donde su padre Juan Peña Reyes fue uno de los músicos más importantes de Puerto Rico y director de las bandas municipales de Humacao y Guayama, Lito y su hermano Germán comenzaron a caminar por los pentagramas siendo muy niños. A los ocho años comenzó formalmente la educación musical de ambos.
Cuando estuvo en el ejército organizó, tocó y dirigió la banda que amenizaba las actividades de los soldados. Luego participó como saxofonista en las Orquestas de Armando Castro, Rafael González Peña y Cesar Concepción.
En 1954, año en que se establece la televisión en Puerto Rico, Lito se une al trompetista Berto Torres y al pianista Luisito Benjamín (otro músico virtuoso) y fundan La Orquesta Panamericana. Con esta agrupación mantuvo el origen de la bomba y la plena, y abrió un mundo de posibilidades incorporando ritmos suramericanos y pasodobles españoles al repertorio.
Lito y su orquesta Panamericana llenaron las salas de baile, los programas de televisión, los teatros y las plazas de un sonido muy particular donde crearon la fanaticada necesaria para convertirse en una de las orquestas más importantes de Puerto Rico y el Caribe. Su inmenso repertorio incluía merengues, sambas, marineras, boleros, corridos, pachangas, mambos, twist, rocks, baladas y, sobre todo, melodías puertorriqueñas.
Junto a la Panamericana participaron voces como las de Manolín Rivera, Gilberto Monroig, Chico Rivera, Yayo el Indio, Ruth Fernández, Felipe Rodríguez, Ismael Rivera, Rocky Peña y muchos otros cantantes.
Esta noche, cuando estaremos recordando a Ruth Fernández a las 7:00 de la noche a través de WIPR Televisión, el nombre de Lito Peña no podrá faltar. Como compositor le dio a Ruth muchos éxitos que paseó por el mundo y fue su director y arreglista por varias décadas.
Cuando se fundó el Conservatorio de Música de Puerto Rico allá para el año 1960, Lito junto a varios músicos de la Panamericana se matricularon y se convirtieron en estudiantes regulares. Cuando en la década de los 60, Tommy Muñiz integra a la Orquesta Panamericana al Show del mediodía de Wapa Televisión, la personalidad televisiva de la agrupación creció como la espuma convirtiéndolos en estrellas de todos los programas de Tommy: Esto no tiene nombre, El Show de Tommy, Jaja Jiji Jojo con Agrelot, Borinquen canta, y cada programa musical de relevancia.
Luego de 25 años de logros y triunfos, Lito se despide de la dirección musical de su orquesta, donde hay que mencionar que su hijo Cucco comenzó como trompetista.
En el 1985, el Instituto de Cultura lo contrata para dirigir la Banda Estatal de Puerto Rico. Lito le inyectó un nuevo sonido, repertorio y arreglos que definitivamente la convirtieron en una joya de la música, a tal extremo que la Banda Estatal, hoy conocida como Banda de Concierto, llegó a participar fuera de Puerto Rico en recitales importantes como el de Castellón, España, donde el maestro fue galardonado con la medalla de plata, que hasta entonces había obtenido la Banda Real.
Como en esa ocasión no pudo estar presente por razones de salud, el Cónsul de España, don Emilio Barcia, le entregó su galardón en un concierto celebrado en el Centro de Bellas Artes de San Juan auspiciado por la Cámara de Representantes y que tuve la oportunidad de producir para televisión.
El domingo 18 de junio se cumplen 15 años de la partida del maestro Peña. Por eso era importante recordarlo. Su hijo, Cucco Peña, ha sabido honrar el nombre de su padre con dignidad y respeto.
Gracias Lito, por habernos dejado tu música, tu sencillez, tu don de gentes y esa entrega total con respeto al músico puertorriqueño. Un abrazo en la distancia. Ya nos veremos.