En la salud y en la educación no hay esfuerzos que escatimar ni tiempo que perder ante el acuartelamiento que es necesario para evitar y reducir la propagación del virus COVID-19. Mientras unos promueven y fortalecen las instituciones de salubridad y todas las medidas preventivas para asegurar la salud y sobrevivencia de la población, otros deberán aliarse y ocuparse, con alta prioridad, en asegurar la educación de nuestros niños y jóvenes.

La mayoría de los hogares en Puerto Rico tienen un televisor en su casa. Con poca dilación y poca inversión, se puede impartir la enseñanza pública a través de las televisoras del pueblo de Puerto Rico, WIPR TV y WIPM TV.

Para que en corto tiempo se alcance ese objetivo, hay que recabar la participación de las televisoras privadas. Estas harían disponible su infraestructura para que los maestros del Departamento de Educación de Puerto Rico hagan las grabaciones. Simultáneamente, con carácter de urgencia y con una hoja de ruta y fechas definidas de implantación, se debe invertir para asegurar la disponibilidad y capacidad de infraestructura, equipos y personal en la WIPR TV - WIPM TV, por donde se llevarían a cabo todas las trasmisiones diarias.

Ya los currículos en el Departamento de Educación están diseñados para todos los grados. Falta entonces identificar a los maestros que participarían y entrar en una alianza colaborativa con las televisoras privadas.

Todos los programas grabados para la televisión se instalarán también en una plataforma digital para que aquellas familias que tienen los medios económicos y que ya tienen computadora y pagan servicio de internet lo tengan disponible vía ese medio.

Reconociendo que hay sectores a donde no llega la transmisión de WIPR - WIPM o que en el hogar por razones de ubicación o limitaciones económicas no tienen servicio de televisión o de internet, se podría recurrir a la multitud de emisoras de radio para llevar la instrucción a esos hogares.

Nuestro gran recurso es el caudal humano que tiene Puerto Rico. Además de contar con maestros y profesores de primera comprometidos con el país, tenemos profesionales bien preparados que dominan la producción y transmisión para la televisión y la radio. También contamos con una nueva generación de profesionales especializados en la tecnología digital.

Sin duda, esta estrategia educativa crea empleos en esos y otros campos relacionados. Nuestra gran ganancia es que asegura, en estos tiempos de grandes retos, la estabilidad y continuidad de nuestro sistema de enseñanza. También facilita que el estado cumpla con el derecho de todos sus ciudadanos a tener una educación de excelencia y accesible.

No perdamos de perspectiva que un pueblo bien educado es requisito para lograr un país productivo, exitoso y resiliente. Es urgente asegurar, en todo momento, una educación de excelencia que provea, a las nuevas generaciones de puertorriqueños, el conocimiento para reconfigurar un Puerto Rico a la altura de los tiempos fortaleciendo su gobernanza, su productividad y su calidad de vida.