Recientemente, mientras compartía con mi pareja, conocí a otra pareja, en este caso, de mujeres que son nuestras vecinas, pero como muchas veces sucede, no habíamos coincidido para conocernos a pesar de estar tan cerca.

Fue una conversación muy interesante, hablamos del trabajo, de nuestros pasatiempos, de nuestras personalidades y situaciones entre parejas. Inevitablemente, aterrizamos en un tema relevante: nuestras historias para salir del clóset.

Hace tiempo que no conocía a una persona queer nueva en mi vida, pero rápido recordé que esto ocurre casi siempre. Somos como veteranxs de guerra, que cuando se conocen comienzan a hablar de los tours y misiones en los que participaron y de las heridas físicas o ataques a los que sobrevivieron.

Así mismo, las personas LGBT+ intercambiamos nuestras experiencias traumáticas de cómo decirle la realidad a nuestras familias y personas cercanas y lo que nos encontramos en esta experiencia de vida que nos expone a una gran liberación, pero también a grandes rechazos y puertas cerradas.

Como lxs veteranxs, intercambiamos nuestras heridas emocionales, en un espacio seguro que consistía de una empatía incondicional y una seguridad de que la persona entendía perfectamente el miedo, la incertidumbre y el dolor que representa perder a alguien.

Esta danza, al conocernos, responde para mí, a un proceso de sanación que necesitamos aún en nuestra adultez, porque aunque para muchos nuestros tours han disminuido, seguimos combatiendo las presunciones y expectativas de lxs demás.

A pesar de los avances, aún se encuentran las personas como las que conocimos hace unos días, quienes luchan con sus familias para lograr aceptación. Combatimos con nuestros valores de respeto hacia nuestras familias y lealtad, y luchamos en contra de la condición de un amor que no debería tener condiciones.

Para nosotrxs, pedirle a nuestras familias y amistades que nos amen incondicionalmente duele mucho. Es un proceso agonizante que debilita nuestra autoestima, provoca profunda tristeza, entre otras consecuencias.

Persona cis y hetero que me lees, en este Mes de Orgullo, celebra con nosotrxs en apoyo y solidaridad y celebren entre ustedes que no necesitan un mes de orgullo cishetero. La guerra externa e interna es real. A mis compas queer, en nuestro mes, les deseo mucha sanación, mucha fortaleza para manejar estas dinámicas tóxicas y mucho mucho orgullo.

Miguel Vázquez Rivera, doctor en sicología y presidente de la True Self Foundation en Puerto Rico
Miguel Vázquez Rivera, doctor en sicología y presidente de la True Self Foundation en Puerto Rico (Suministrada)