Por Mario J. Polo / Radiólogo

Estimada epidemióloga del Estado,

En lo que usted encuentra su primer caso “autóctono” de COVID-19, permítale el espacio al resto de Puerto Rico, y en especial a la clase médica, de responder a esta emergencia de manera proactiva y responsable. La magnitud de esta pandemia requiere una respuesta rápida, coordinada y transparente.

“Test, test, test” fue la recomendación hecha por Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud (WHO, por sus siglas en inglés), enfatizando la importancia de hacer la prueba de laboratorio a los casos sospechosos de manera expedita.

El Departamento de Salud de Puerto Rico perdió la oportunidad, hace semanas atrás, de identificar los primeros casos en la isla. La turista italiana que llegó en crucero, y que actualmente se encuentra admitida en un hospital en el área metropolitana, NO fue el primer caso en la isla. Hacerle creer esto a nuestra población es un engaño y un insulto. El paciente del Dr. Fernando Cabanillas, a quien se le había negado la prueba hasta que la noticia salió en medios locales y nacionales, ya estaba admitido en otro hospital del área metropolitana antes de que atracara el Costa Luminosa en el puerto de San Juan. Ese caballero, hasta donde han reseñado los medios noticiosos, no tenía historial de viaje reciente. Entiendo que su hija sí había viajado a Chicago. Sin embargo, no sabemos, a ciencia cierta, de quién contrajo el virus, pues no le hicieron la prueba a su familiar.

Claro, desde entonces, llegó el Costa Luminosa, desembarcó a sus pasajeros para que conocieran Puerto Rico luego de haber estado expuestos a bordo a, por lo menos, dos personas con COVID-19 confirmado. Ahora el barco se encuentra atracado en el puerto de Marsella con decenas de pasajeros enfermos. También el recién celebrado Festival de la Salsa ha salido a la luz pública, luego de que un médico panameño, que luego arrojó positivo a COVID-19 en Panamá, asistiera y pusiera en riesgo a cientos de personas, posiblemente contagiando a varias de ellas. Más reciente, nos enteramos esta semana de un pasajero en un vuelo a Canadá, que estuvo en Puerto Rico, y que también salió positivo.

Aparentaría que estamos resaltando estos casos de turistas que han llegado o estado en Puerto Rico, y quienes han dado positivo para COVID-19. Esto no se trata de adjudicar culpa a NADIE, sino de tomar acción responsable y diligentemente.

Encarecidamente, la exhorto a facilitar y agilizar el proceso de toma, manejo y procesamiento de pruebas de laboratorio de COVID-19 en Puerto Rico. Sabemos que existe un problema de escasez de pruebas, no solo en Puerto Rico, sino a través de todos los Estados Unidos, así como en otros países. Según la conferencia de prensa ofrecida en la mañana de este jueves, 19 de marzo, el Departamento de Salud ha procesado 90 pruebas, de las cuales 5 han arrojado positivas, 56 negativas, y 29 están pendientes. El Hospital de Veteranos reportó haber procesado 38 pruebas, de las cuales una salió positiva, 17 negativas y 20 están pendientes. Por lo tanto, una sola institución, el Hospital de Veteranos, ha realizado el 30% de las pruebas hechas en Puerto Rico.

Tenemos que escuchar y aprender de otros países, como Italia y España (entre otros), para entender la magnitud del reto que enfrentamos, y hacer todo a nuestro haber para minimizar el número de contagios, hospitalizaciones y muertes en Puerto Rico.

Así que volvamos al tema de caso autóctono. En un lugar tan pequeño como Puerto Rico, con tanto movimiento aéreo de nuestros ciudadanos como de turistas, identificar un caso autóctono es, para propósitos prácticos, irrelevante. Lo relevante es saber quiénes sí tienen COVID-19 para tomar las debidas precauciones, identificar y notificar a sus contactos, y poder aislar a estas personas. Además, dichos pacientes se podrían beneficiar de tratamientos médicos y medicamentos que se están investigando activamente para esta condición.

Le escribo como médico, padre, hijo y nieto, pero más que nada como ciudadano, por el bien de nuestros hermanos y hermanas puertorriqueños.