Luego de pasar un fin de semana ya sea de fiesta, descanso, chinchorreo, playa o compartir con la familia, nos llega la terrible sensación de que se está acabando lo bueno con la inminente llegada del lunes.

El recuerdo de que hay que regresar a la oficina a trabajar o a la escuela a estudiar nos invade. Usualmente esa sensación inicia sus manifestaciones los domingos cerca de las 4:00pm y comenzamos a ver como se inundan las redes sociales con mensajes y memes en contra del “maldito lunes”.

Sin embargo, el lunes debe ser un día sagrado. Es el día donde los sueños, anhelos, esperanzas y metas comienzan a construirse. Es el día donde empieza la semana en que comenzaremos a ejercitarnos y a hacer dieta para mejorar nuestra salud, tomaremos el examen final o la reválida que culmina días, meses o años de estudios, firmaremos el contrato o cerraremos el negocio para el que tanto nos hemos preparado.

El lunes también es una oportunidad para comenzar de nuevo y olvidar los errores cometidos. El lunes puede ser un “borrón y cuenta nueva”.

Comenzar la semana con antipatía hacia el lunes puede determinar indirecta o directamente la manera en como pasaremos el resto de la semana.

El lunes debemos esperarlo y recibirlo con el mismo entusiasmo en que recibimos el viernes. Aprovéchalo para organizar tus sueños y comenzar a cumplir tus ambiciones convirtiendo tus resoluciones del nuevo año en resoluciones de la nueva semana.

Sí, el lunes es fastidioso, pero también es un nuevo día, que comienza una nueva semana con la posibilidad de traer una nueva oportunidad para que pasen cosas especiales.