Por José Nadal Power / Senador del PPD

El nuevo plebiscito anunciado por el Partido Nuevo Progresista (PNP) le hace daño a Puerto Rico. Dicha votación atrasa la creación de oportunidades para los jóvenes y la reconstrucción tras los daños causados tras los huracanes de 2017 y los terremotos de 2019.

La eliminación en el 1996 de los beneficios de la Sección 936 del Código de Rentas Internas de los Estados Unidos, con el apoyo explícito del entonces gobernador Pedro Rosselló y del comisionado residente Carlos Romero Barceló, marcó el inicio de la crisis económica y fiscal que hoy sufrimos. Para distraer la atención sobre dichos actos, en el 1998 a Pedro Rosselló y al liderato PNP se les ocurrió imponer un plebiscito diseñado para favorecer la estadidad y dividir a la oposición, pero fracasaron.

Lo mismo hicieron Luis Fortuño en el 2012 y Ricardo Rosselló en el 2017 para esconder sus fracasos. Estrategias repetidas y diseñadas para que los puertorriqueños nos dividamos en el debate sobre el estatus político y no les reclamemos por la falta de resultados y propuestas de sus gobiernos. A eso nos traen nuevamente Wanda Vázquez y Pedro Pierluisi.

Desde tiempos de Pedro Rosselló (ya hace casi 30 años) el PNP ha tenido como agenda la destrucción del Estado Libre Asociado y su plataforma económica como plan político obsesionado en generar apoyo a la estadidad al crear una crisis nítidamente diseñada y ejecutada. Y como premio por añadidura, el liderato del PNP no se siente con la necesidad de responder ni por su impericia administrativa ni por la ausencia de propuestas, ya que la solución mágica en sus programas es la estadidad, y la culpa de todo es de “la colonia”. Así se lavan las manos.

Ahora el actual gobierno PNP (con el apoyo de Pierluisi) regresa a los mismos trucos, pretende que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos patrocine un cuarto plebiscito que impida que los puertorriqueños puedan escoger entre las alternativas que prefieren. Ahora es “estadidad sí o no”. No creo que otro intento de traer la estadidad al estilo cubano y venezolano (sacando a las otras opciones de la papeleta), funcione. Ya hace más de dos años el Departamento de Justicia federal escuchó los reclamos de inclusión y trato justo a todas las alternativas de estatus que llevaron Rafael Hernández Colón y Héctor Ferrer. Por eso el gobierno de los Estados Unidos decidió no legitimar el pseudo plebiscito de Ricardo Rosselló.

Ante ante la insistencia de repetir las historias fracasadas y dolorosas para el país de Wanda Vázquez y Pedro Pierluisi (imitando a Pedro Rosselló, Luis Fortuño y Ricardo Rosselló), los electores debemos exigir responsabilidad a los partidos, junto a propuestas concretas, sin distracciones. El PNP debe aprender de sus errores y dejar de usar la estadidad como amuleto para esconder el sufrimiento que ha creado su liderato al traicionar los empleos e hipotecar el futuro de Puerto Rico.

Los puertorriqueños volveremos a expresarnos en las urnas. Los partidos deben aprender que los reciclajes y trucos políticos del pasado ya no funcionan ¡Solo un Puerto Rico unido y mirando hacia adelante, puede lograr nuevamente lo que se propone!