En los últimos veinte años, el uso de la cirugía robótica en niños ha estado incrementando de manera constante en los hospitales pediátricos de Estados Unidos. Esta técnica consiste básicamente en la aplicación de la cirugía laparoscópica, que se realiza mediante pequeñas incisiones de 3 a 10 milímetros, pero con la asistencia de un robot que es controlado por el cirujano desde una consola. El cirujano coloca las cánulas necesarias y las conecta a los brazos robóticos. A continuación, se dirige a una consola donde, a través de un monitor sincronizado con su visión y controles manuales, manipula los brazos del robot para ejecutar el procedimiento quirúrgico planificado.

Con la ayuda del robot se han realizado diversos procedimientos en niños, como la extirpación de la vesícula biliar enferma, cirugías para el reflujo gastroesofágico, reparación de hernias esofágicas, tratamiento de la acalasia esofágica, extirpación del bazo, riñón y la glándula adrenal, corrección de reflujo vesicoureteral y obstrucciones de la pelvis renal.

La cirugía robótica sobresale en la extracción precisa de tumores malignos ubicados en las cavidades abdominal y torácica, logrando una mayor exactitud de remoción y reduciendo el sangrado después de la operación. Además, el tiempo de recuperación en los niños es significativamente más corto en comparación con la cirugía convencional abierta.

Las ventajas de la cirugía robótica incluyen una visualización tridimensional del área de operación, una ergonomía mejorada para los cirujanos, una mayor precisión en el manejo de los instrumentos, movimientos más refinados y articulados de las muñecas del cirujano y la eliminación de cualquier temblor del operador.

Aunque la cirugía robótica es más costosa que la laparoscopía convencional, principalmente debido a la inversión inicial en el robot, la consola y los instrumentos, los beneficios justifican el gasto. Actualmente, los instrumentos tienen un diámetro de 8 milímetros, pero pronto habrá plataformas robóticas con instrumentos de menor diámetro, de 5 y 3 milímetros.

La cirugía robótica se ha convertido en una parte esencial de los programas de residencia quirúrgica en diversas especialidades como cirugía general y pediátrica, urología y ginecología. Es vital que nuestros residentes y facultativos se capaciten en estos procedimientos delicados para mantenerse al día y cumplir con los requisitos de las agencias acreditadoras.

En el Hospital Pediátrico Universitario, es imprescindible contar con esta herramienta de cuidado quirúrgico para nuestros niños en Puerto Rico.

*El autor es catedrático del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico