Mirarse frente a un espejo y reconocer que has vivido una mentira por años nunca es fácil. Reconocer que confiaste en personas que nunca velaron por tus intereses siempre es doloroso y hasta bochornoso. Sin embargo, en momentos así es vital recordar que cambiar de perspectiva es empoderarse ante la adversidad.

A pocos días de las elecciones cabe destacar que en un país democrático el poder radica en tu derecho al voto. Cuando ejerces tu derecho al voto asumes un rol participativo en la sociedad. La participación ciudadana es precisamente lo que mantiene a flote una democracia. Cuando tenemos gobiernos y líderes que no representan los intereses del ciudadano promedio, el mismo tiende a desconectarse del sistema y a descarrilarse provocando así el desgaste del estado de derecho. Puerto Rico lleva presentando síntomas de erosión democrática por años, desde la corrupción rampante que corroe nuestras instituciones públicas, hasta la imposición de una junta de control fiscal no electa. Ante esta coyuntura histórica ejercer tu derecho al voto importa más que nunca.

Sin embargo, una cosa es votar y otra es votar con conciencia. Nos enfrentamos a una de las elecciones más polarizadas, tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos. La ansiedad y el miedo al cambio nos empequeñece y nos mantiene inmóviles, fáciles de controlar. Quienes se han mantenido en el poder a costa de esto lo saben. Aunque en Puerto Rico se haya confundido el rol del servicio público con el enriquecimiento personal, el gobierno como institución pública sigue asumiendo una función indispensable a la hora de gestionar política pública que fomente las condiciones para sanar como sociedad. Por esto la importancia de preservar su esencia.

Este próximo 3 de noviembre contamos con el potencial histórico de decidir el rumbo que queremos seguir como país. El cambio sostenible que buscamos no va a llegar de la noche a la mañana ni con el cambio de gobierno. El cambio real se construye desde las distintas esferas de la sociedad. Se trata de tomar decisiones consientes, constantes y que aporten al bien colectivo. Requiere lideres con carácter y conectados a la realidad del día a día, tanto en el ámbito público, privado, académico y en la sociedad civil. Me hace ilusión pensar que aprovecharemos esta oportunidad para elegir a personas que representan el Puerto Rico del futuro.

Sea cual sea el resultado, espero que te levantes el 4 de noviembre con la certeza de que seguimos siendo puertorriqueños con el mismo deseo y responsabilidad de construir una sociedad mas justa y equitativa.

Pregúntate: ¿De qué manera estás dispuesto a personificar el cambio que deseas ver? ¿Cómo aportas a un futuro mejor con paz, justicia y con instituciones sólidas y transparentes que nos permitan volver a confiar?

El cambio nos toca a todos. Adaptarse a las transiciones constantes del nuevo mundo es una destreza demasiado importante como para dejarla en manos de quienes ya nos han mostrado su incompetencia. Por esto y más, vota consciente.