Mambrú se habrá ido a la guerra, pero en realidad, lo más importante es que Manfredo entró a juego...

Rob Manfred (Manfredo, para efectos de esta columna) es el nuevo comisionado de las Grandes Ligas (MLB). A sus tiernos 55 años trae sangre nueva y “juventud” al béisbol organizado. Su predecesor, Bud Selig, sale con 80 de edad, es decir, más madurito que el juez senior del Tribunal Supremo.

Yo era de los que dudaba que Selig pudiera estar a la altura de los Bowie Kuhn, Peter Ueberroth y Bartlett Giamatti, pero por fortuna, me hizo quedar mal.

Selig amplió los formatos de playoffs y desarrolló el concepto de los wild cards. Manejó la relocalización de los Expos a la capital federal, y la mudanza de los Marlins de un estadio de football en Ft. Lauderdale a un nuevo parque de pelota en Miami.

Introdujo el Clásico Mundial en 2006. Le dio algún sentido e importancia al Juego de Estrellas con el asunto de la ventaja de parque local en la Serie Mundial. Balanceo la competividad financiera con el impuesto de lujo, el cual es menos limitante que el tope salarial que tiene la NBA.

Niveló ambas ligas a 15 equipos con el traspaso de Houston a la Americana. Además, hay paz laboral, sin peligros de huelga, a base de buenas relaciones con la asociación de jugadores.

Igualmente, la implementación de los Wild Cards, con tres divisiones por liga, y el video instantáneo, han sido un palo. Y no podía dejar de mencionar el impacto que ha tenido el nuevo canal de cable MLB Network. De ser una emisora alternativa, se ha convertido en el punto de partida en el control remoto de todos los seguidores de Las Mayores. Me atrevo aseverar que éste le ha quitado un sinnúmero de televidentes al Baseball Tonight de ESPN.

Manfredo entra con las bases llenas

El nuevo comisionado debería tener como objetivo inmediato cuatro metas:

1.  Implementar un sorteo de jugadores extranjeros, ya sea a parte o, como en la NBA, junto a los colegiales estadounidense.

2.  Mejorar la actitud hacia las ligas invernales caribeñas. Mayor autorización para jugar aquí y más confianza en nuestros torneos.

3.  Establecer por completo el Bateador Designado. No más pitchers bateando ni corriendo bases en partidos en estadios de la Nacional.

4.  Máximo de 12 entradas. Ningún juego, de abril a agosto, debe extenderse más de eso. Que desempaten con un Home Run Derby de dos peloteros y una sola ronda, o que le acrediten .5 a la columna de victorias de cada novena. No aplica a septiembre, por el roster expandido, ni octubre, por los playoffs