Directo al grano. Aquí están mis dos centavos sobre la “Pesadilla en Sevilla” de “Los 12 Maléficos”:

1.  A la misma vez que el quinteto nacional quedaba eliminado en primera ronda en España, el sexteto nacional cogió ¡¡catimba!! en Polonia en el Mundial de Voleibol. ¿Por qué nadie ha criticado por igual la deficiente actuación de los muchachos del voly? Sencillo, por las expectativas.

Nadie esperaba nada de los voleibolistas. Luego de verlos sufrir en el Premundial en mayo en Ponce,  sabíamos que no iban pa’ ningún lado. La mirilla está en las nenas, de quienes se espera mejor desempeño a partir del 23 de este mes en el Mundial Femenino en Italia.

En cambio, con relación a los baloncelistas, muchos cometieron el error de elevar demasiado la vara. En mi criterio, Puerto Rico proyectaba para terminar con 2-3 y en la cuarta  posición del grupo de Sevilla, para luego  quedar eliminado en ese primer cruce contra España. Al menos hubiéramos alcanzado llegar a la fase de los mejores 16, algo que tampoco logramos en Turquía 2010.

De la misma manera que era irrisorio pretender ganarse a potencias europeas, es inaceptable haber perdido ante Senegal, perder tan ampliamente ante Argentina, y tener que resistir tanto contra   Filipinas. 

Lo peor de todo, en comparación con la colgada de Turquía 2010, la cual le costó la cabeza a Manolo Cintrón, es que en aquel evento mundialista la relación de puntos anotados y permitidos fue de -15. En Sevilla, en la misma cantidad de juegos, sumamos la espantosa cifra de -58. Solo cuatro países terminaron con peor  relación de puntos que nosotros: Corea, Finlandia, Irán y Egipto. 

Negativo cincuentaiocho es absurdo y vergonzoso. Hasta Filipinas, Senegal y Angola acumularon mejor número que nosotros. Miren las comparables con Dominicana (-39), con México (-2) y Nueva Zelanda (-29). Es ridículo.

2.  En el verano 2015 tenemos dos importantes compromisos: los Panamericanos en Toronto, y el Preolímpico. Supongo que el proyecto Paco Olmos expirará en cualquier momento. Otro jinete debería hacerse cargo de este equino. Quien sea, que no cometa los mismos errores como,  por ejemplo, el insistir en llevar a Jorge Bryan Diaz sabiendo que estaba lastimado de la ingle, y el sobrecargar los entrenamientos, pues nuestros jugadores se vieron cansados, sobre-entrenados. 

Dicen que hubo canasteros que simularon dolamas para escaparse de las excesivas tandas de prácticas. No puedes pretender acumular en tres semanas la misma carga de trabajo de dos meses.