¿Te has preguntado en qué car$%^%$# gastamos los $74,000 millones de deuda cuando tenemos un país cayéndose en cantos, con infraestructura decrépita y sin mantenimiento? ¿Cómo es que nadie va preso por ese bestial endeudamiento? De eso trata esta columna.

Nuestros hermanos países latinoamericanos ya pasaron por enfrentarse a sí mismos hace unas cuantas décadas para poder mirarse a la cara entre ellos. En Perú se creó una Comisión de la Verdad y la Reconciliación para investigar las atrocidades, muertes, represión e indiferencia en que se vio atrapado, con un saldo de decenas de miles que murieron o desaparecieron. Sendero Luminoso, el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru, el Ejército y las vivencias de miles de civiles que fueron víctimas de ese fuego cruzado quedaron para siempre allí descritas ante la historia en un voluminoso informe.

El Salvador igualmente acordó hacer una Comisión de la Verdad para lograr el fin a su salvaje guerra civil, que duró décadas y que fue ratificada en los acuerdos de paz de Chapultepec. En Argentina fue la Comisión Nacional de Desaparición de Personas y en Chile la Comisión de la Verdad. En Paraguay se llamó la Comisión de la Verdad y Justicia. En Chad se hizo una sobre Crímenes y Malversaciones del dinero del pueblo. En Uruguay fue la Comisión para la Paz y la más conocida fue la Comisión para la Verdad y la Justicia de Sudáfrica. Ha habido iniciativas parecidas en Alemania, Brasil, Guatemala y demás. En España el mero intento de hacer algo parecido por el juez Baltasar Garzón trajo cargos de prevaricación en su contra pues muchos quieren que nunca se sepan los detalles, uno a uno, del franquismo.

Obviamente, aunque ha habido atisbos de ello, en Puerto Rico no hemos sufrido esos niveles de crímenes de lesa humanidad. Lo que sí hemos sufrido es el continuo saqueo de nuestros fondos públicos y el aprovechamiento de la claque política del desconocimiento del pueblo para utilizar nuestro dinero como si fuera su ATM. El mejor ejemplo es el Departamento de Educación, donde vamos a gastar $9,000 por estudiante anualmente, más que muchos colegios privados de excelente reputación, y aun así tenemos un desastroso sistema educativo cuyos fondos se quedan en el camino. Nuestro país gasta más dinero en salud que países de primer mundo y nuestro sistema médico no puede ser más mediocre… y hasta estamos entre los peores del mundo en enfermedades crónicas como la diabetes, Alzheimer y tantas otras.

Nuestra deuda es tan y tan enorme que si terminamos llegando el impago seríamos el equivalente a la sexta quiebra más grande en la historia.  Y la pregunta obvia es… ¿y para qué cogimos tanto dinero prestado? Piense, con $74,000 millones, ¿deberíamos tener un Centro Médico atestado con la gente apretujándose del dolor en una camilla en el pasillo? Con $74,00 millones en deudas, ¿deberíamos todavía tener asquerosos y destruidos los lugares de recreo que les ofrecemos a los turistas, como el terminal para coger los cruceros en Isla Grande, que es un chiquero?

Y es que la corrupción en Puerto Rico se ha ido legalizando de forma tal que ya nadie va preso por robarse los fondos del pueblo, pues hay formas legales de hacer lo mismo. Le hago una breve lista:

1 – Los túneles de Maunabo – Costaron $150 millones de fondos locales y solo adelantan un minuto de la ruta antigua. Como único tenía sentido hacer eso era interconectando los tres túneles adicionales que habría que hacer, que saldrían en $800 millones en total. Si no, no tenía sentido hacer esos primeros. ¿Por qué los hicieron si sabían que no habría cómo hacer los otros? #Elemental. 

2 – La llave para tu hogar – Sobre $600 millones que se han dado para que no se tuvieran que bajar los precios de las casas. Cualquiera que sepa un poco sabía que esto no beneficiaba al pueblo pues no cumplía con una política pública coherente de condicionar los incentivos a construcción de edificios en zonas ya impactadas y en zonas del Tren Urbano. Las personas cogieron el dinero para comprar sus casas y ahora tienen residencias que valen mucho menos de lo que deben. ¿Por qué desde los entonces gobernadores Pedro Rosselló, Sila Calderón, Aníbal Acevedo Vilá, Luis Fortuño y ahora el gobernador Alejandro García Padilla siguen haciendo esto? #Elemental. 

3 – Repavimentación de carreteras – Si te das cuenta, nuestras carreteras se inundan sumamente rápido y luego de repavimentarse se destruyen en varios meses, a pesar de los enormes gastos. ¿Acaso nuestros ingenieros son incompetentes? Pues no. El cuento es que quienes las pavimentan siempre son las mismas empresas y quienes supervisan si pusieron seis pulgadas de brea -como se contrata y no la mitad- son muchas veces personas que no responden al interés público. Vaya y vea las obras de la Autoridad para el Financiamiento de la Infraestructura (AFI) y por qué contratan a empresas que ni ingenieros licenciados son, como las que supervisaron el ex senador Roger Iglesias y el papá del senador Thomas Rivera Schatz en obras del Municipio de Guaynabo… y así por el estilo hay decenas de contratos de igual índole. 

Estos son ejemplos menores de la mala utilización de fondos públicos. Obviamente, el Fideicomiso Perpetuo de las Comunidades Especiales que solo duró cinco años; los $3,400 millones que costó el Tren Urbano y el Choliseo sin parking son más claros ejemplos, pero estos simples arriba mencionados muestran el nivel del detalle al cual tenemos que ir a investigar cada centavo para así desnudar nuestra deuda. 

Sobre todo, el financiamiento de la operación del Gobierno sin inversión alguna que viene haciéndose desde el 2006 para acá ha sido la clavada más grande. Sobre $30,000 millones cogidos prestados para no bajar el gasto gubernamental de 2006 hasta el 2012 es una cifra tan exorbitante que merecemos saber a dónde fue cada centavo. 

No estoy pidiendo aquí otra investigación legislativa partidista. De hecho, la senadora Rossana López pidió hacer algo parecido desde el Senado y el Dr. Rafael Bernabe, del Partido del Pueblo Trabajador (PPT), pidió investigar la deuda para repudiar aquellas que se hayan cogido ilegalmente.  Todo esto hay que investigarlo con un comité independiente que tenga personas de la sociedad civil y de los partidos en balance que puede ser similar a una Comisión de la Verdad, como las que se han hecho en otros países del mundo. Incluso sus miembros podrían ser escogidos mediante votación. Que uno de los canales de WIPR pueda transmitir el proceso y se haga un informe con cada centavo de nuestra deuda y a dónde fue cada una de estas emisiones de bonos y demás. Nos daremos cuenta de que gran parte de la deuda fue literalmente una botadera de dinero ridícula, como las rotondas y fuentes con las que los alcaldes se han endeudado, para hacer tonteras, siendo obvio que la intención era darle un contratito a algún pana. Algo así como cuando Fortuño le dio el multimillonario contrato del frustrado gasoducto del norte a Pedro Ray Chacón, su amigo de la “high”, pero en esteroides (repetido muchas veces en todo el Gobierno). 

Estoy seguro que si hacemos esta comisión nos daremos cuenta de que muchos millones de la deuda fueron ilegalmente cogidos y por tanto podemos pedir su recobro. También estoy convencido de que parte de la deuda se utilizó indebidamente y que podemos meter presos a unos cuantos irresponsables. Además, encontraremos que parte de la deuda no hay que repagarla si fue ilegalmente emitida. 

En fin, si bien no hemos sido víctimas como tantos hermanos latinoamericanos de las brutales guerras civiles, dictaduras y de genocidio, sí hemos sido víctimas del saqueo continuo de los fondos públicos y con el voto fanático de nuestro pueblo se ha garantizado la tajada de los que han ido legalizando la corrupción. Si nuestros líderes quieren que creamos en la honestidad del gobierno de turno o de alguno en el futuro, les corresponde limpiar cada centavo de la deuda ante los ojos del pueblo para asegurarnos de que esto no vuelva a ocurrir. De lo contrario, son cómplices con su silencio.