El impoluto pernil del diablo
“Escribo aquí unas cuántas ideas que deberíamos estar haciendo, porque evidentemente tenemos que hacer cambios para lograr resultados distintos”
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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Cuentan que un día la hija le pregunta a la mamá por qué le rompe el hueso al pernil para poder hacerlo al horno. La mamá le dijo, “ahhh, porque así lo hacía la abuela”. La niña, curiosa como toda la gente exitosa, fue donde la abuela y le hizo la misma pregunta. “¿Por qué le rompen el hueso al pernil para poder hacerlo al horno?” Abu le dijo que así lo hacía la bisabuela. Allá fue la niña, que algún día será presidenta de Estados Unidos y le preguntó… “Abuela madre, ¿por qué le rompen el hueso al pernil para hacerlo al horno?” Y le dijo que porque hace muchos años allá cuando ella era una niñita, el horno que tenían en la casa era tan pequeño que no cabía el pernil, por lo que para que pudiera cocinarse bien había que quebrarlo. Ahí la niña descubrió que ya no hay por qué seguir la tradición, porque en el horno moderno que tienen en la casa caben tres perniles. Pero, su madre, abuela y bisabuela siguieron haciendo por tradición lo que ya hace tiempo no tenían que hacer, pero nunca cuestionaron por qué hacían las cosas cómo las hacían.
El cuento, que estoy seguro ha pasado, no es con pernil; de hecho, se nota que no cocino y menos pernil porque mi madre es Adventista del Séptimo Día y no comen cerdo y la historia me la hizo el pastor de la iglesia cuando yo era un jovencito, así que imagino que tampoco era con el pernil, pero eso no importa, sirve de analogía.
Lo importante es... ¿Por qué seguimos gastando tanto en cosas absolutamente innecesarias cuando casi todo se puede y debe hacerse por internet quizás desde las casas de esos empleados públicos? ¿Por qué el Estado se niega a hacer ajustes y cambios obvios cuando ahora tenemos un horno mucho más grande?
La respuesta es sencilla. Porque dentro de toda podredumbre y estiercol, hay parásitos que viven de que las cosas no cambien, de que haya peste y sucio para ellos seguir viviendo como mosca que necesita la plasta de la vaca de casa de mi abuelo Cando Fonseca.
Escribo aquí unas cuántas ideas que son obvias que deberíamos estar haciendo, porque evidentemente tenemos que hacer cambios para lograr resultados distintos. No los hacemos porque los cuates y panas viven de que sigan así aunque el pueblo necesita ajustarse para dar servicios esenciales de calidad en vez de la pocilga que damos desde la energía, seguridad hasta las carreteras:
1. Rentas de edificios privados teniendo edificios públicos vacíos– El gobierno gasta cientos de millones en rentar edificios privados que son innecesarios, particularmente con el cierre de escuelas y con el internet como metodología. Montones de oficinas de gobierno que no son necesarias están pagando rentas millonarias mensuales en contratos enclavados con cláusulas diabólicas para evitar cambios. Todos esos contratos en quiebras deberían estar en el proceso de reestructuración para asegurarnos de esos fondos vayan a servicios esenciales y mejorarle los sueldos a la policía, maestras y servidores que se ganan una miseria como los inspectores de Hacienda y Agricultura.
2. Cambios en la CEE que son obvios. ¿De verdad hacen falta todas esas JIPs en todos los precintos, cuando sabemos que fuera del año electoral pasan las semanas y no va nadie? Ese dinero va a funcionarios de partidos, pero en el año electoral entonces no tenemos presupuesto para asegurarnos que las máquinas estén al día y funcionales para tener un resultado fiable del proceso electoral.
3. Agencias de publicidad koicísticas – Que sabemos que realmente están troleando en las redes más que produciendo mensajes coherentes. Todos los gobiernos tienen un montón de asesores de prensa y comunicaciones, pero contratan agencias de publicidad que se quedan con el 20% del presupuesto de pauta de anuncios. Esa es la forma de te doy un contrato de gobierno y luego me ayudas a correr la campaña de elección.
4. Los seguros de Hacienda y los municipios – Si tú quieres hacer millonario a alguien en PR, con los seguros es la forma. Todos los municipios y cada agencia del gobierno se encarga de que esto no lo toquen como si fuera el Arca del Pacto construida por el Rey David. Es bien simple, un municipio y/o agencia le da una carta a Edwin, Perelló, Alejandro, Andy y el nom plus ultra #$%^%$# que lo están investigando los federales y no hay que alertarle. Esos muchachos se quedan con una prima de cientos de miles de dólares por comprarle seguros de plan médico y de propiedad y contingencia al gobierno en cada uno de los municipios y agencias que literalmente, son innecesarios. En otros lugares el gobierno tiene una oficina central experta en seguros que brega eso y se ahorran millones que aquí regalamos a los amigos del alma. El llanto cuando perdieron algunos alcaldes en Guaynabo, Ceiba, Arecibo, Guayanilla y Humacao fue más por estas comisiones que por un ideal de la estadidad o la retranca del ELA. Cuando Raúl Maldonado dijo que hay una mafia, yo le aseguro a usted, que se quedó corta La Cosa Nostra.
5. Reducción de municipios y oficinas distritales – Mire, la mayoría de las oficinas “para darle servicio más cerca a la gente” es el paquete más imbécil jamás. Esos ayuntamientos y oficinas distritales son la forma de pagar favores políticos a los cuates que ayudan a robar elecciones, perdón, a conseguir el voto adelantado y presidencia de comisiones y cuerpos legislativos. Todo el mundo que trabaja en esto lo sabe, pero pues, el pueblo sigue cayendo de imberbe. Eso tenía sentido en los años de España, cuando ir de San Sebastián a Aguadilla era una epopeya galáctica y el cuarto rey mago no había llegado a Jerusalén.
En fin, puedo seguir, la lista es bien larga como la de los créditos contributivos imbécilmente innecesarios, pero después de todo, les dejo estas cinco que he publicado antes muchas veces y ninguna ha cambiado. Así que las dejo por escrito de nuevo para que vean que ni con Junta, ni con gobierno compartido en arcoíris quintopartita van a cambiar porque en Puerto Rico lo que hace falta no es conocimiento, en PR solo hace falta que Bad Bunny sea gobernador porque P FKN R es posible, solo falta ejecución. Mientras tanto, dejemos de aplaudir ideas, aplaudamos resultados.
Nacido en Chicago y criado en San Lorenzo, el licenciado Jay Fonseca estudió en escuela pública. Fue a la UPR a estudiar empresas y derecho luego de teología. Es analista político en Telemundo y WKAQ 580. Autor del libro “Banquete Total: Cuando la Corrupción dejó de ser ilegal” y por una década fue columnista en Primera Hora. Supera el millón y medio de seguidores en Facebook, Instagram y Twitter, lo que lo convierte en uno de los principales “influencers” de la Isla. Es padre de una niña y tiene un app bajo su nombre, Jay Fonseca.
Esto tiene salvación
Esta columna busca proponer soluciones de manera muy sencilla a las situaciones actuales que afectan el País.