Mucha gente piensa que la deuda de Puerto Rico se debe a que el gobernador se fue a coger el dinero prestado a Nueva York y suplicó que se lo prestaran. Pero no, ese no fue el caso muchísimas veces. En montones de ocasiones eran bancos de Wall Street los que venían a Puerto Rico y le decían al gobernador: “Oiga gobe, coja estos chavitos; mire, aquí le tengo este prestamito, venga, cójalo que es tremendo negocio”. Y llegaban con un “prospectus” y un “brochure” bien bonito. Como hacen las financieras contigo, que te llaman y te dicen que te tienen aprobado el préstamo en los bajos 34.99% de interés. Pues igualito. Así que esta columna es para que veas que el tumbe aquí fue de todas partes. Los bonistas, el Congreso, Wall Street, los bancos de inversión, Puerto Rico… aquí no hubo inocentes. Todos sabían lo que estaba pasando y siguieron mientras la fiesta diera billetes.

Hoy no vengo a explicarles nuevamente por qué deben tomar con pinzas las declaraciones de 60 Plus, Mainstreet Bondholders y sus portavoces. Hoy voy a contarles la historia de cómo puertorriqueños pueden perder sus ahorros, y el País colapsar, pero Wall Street y sus representantes locales continúan haciendo billetes. Les voy a explicar cómo funciona el negocio y cómo estas personas han estructurado un sistema en el que no importa si la moneda cae cara o cruz ellos ganan, o al menos no pierden.

Para entender el negocio, lo primero que hay que hacer es definir lo que es Wall Street. Para propósitos de esta columna, los voy a separar en dos grupos principales, el “establishment” y el “smart money”.

El “establishment” está compuesto por las siguientes partes:

·  Consultores – Piensen en firmas como la de Lisa Donahue, que asesora a la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y Millstein, que asesora al Banco Gubernamental de Fomento (BGF). 

·  Investment Bankers – Banqueros que estructuran los bonos (término de madurez,  garantías, cupón, etc.) y se encargan de la emisión.

·  Brokers – También conocidos como Financial Advisors; son la fuerza de ventas del “establishment”.

·  Fondos Mutuos – Manejan las inversiones de miles de inversionistas individuales, por una comisión anual.

El smart money está compuesto por:

·  Hedge Funds – También conocidos como fondos de cobertura, otros son fondos buitres, y estos son los fondos vehículos de inversión para inversionistas sofisticados con mucho capital.

Para el “establishment”, el juego es uno de comisiones, ellos hacen dinero vendiendo servicios y productos financieros, no invirtiendo su capital. Por esta razón, sus intereses no siempre están alineados con los de sus clientes. Al no invertir su capital, a ellos no les preocupa si lo que venden sube o baja de precio, lo que les preocupa es maximizar las ventas. En otras palabras, el “establishment” funciona como un “dealer” de carros usados, ellos lo que quieren es mover su inventario para hacer dinero, si te venden un limón a ellos no les afecta. La diferencia está en que cuando un consumidor va a un “dealer” de autos usados, él sabe claramente que el vendedor es un vendedor y que sus intereses no están alineados, pero cuando un inversionista va a Wall Street, los vendedores se hacen llamar consultores y asesores financieros, lo cual no deja tan claro el que sus intereses no estén alineados. Veamos cómo funciona una transacción simulada del “establishment”.

1.     La AEE contrata  la división de consultoría de XYZ, para que los ayuden a manejar sus finanzas por, digamos, $2 millones al año.

2.     Los consultores ven que la AEE va a tener un déficit de $950 millones este año, y le recomiendan a la junta emitir $1,000 millones en deuda para cubrir ese déficit. Porque ¡el Señor reprenda! que le recomendaran recortar $950 millones en gastos.

3.     La AEE entonces va al grupo de “Investment Bankers” de XYZ y le pide que le estructuren una emisión de deuda de $1,000 millones.

4.     Los banqueros de XYZ le informan a la AEE que pueden emitir los $1,000 millones a un 6% anual por 30 años, por una comisión de 3%.

5.     La AEE, obviamente, acepta los términos, y XYZ hace el “underwriting” y genera una comisión de $30 millones.

6.     Los banqueros ahora tienen $1,000 millones que tienen que sacar de sus libros, por lo cual van a la división de fondos mutuos de XYZ y le venden los $1,000 millones de bonos por una comisión de 1%, generando así $10 millones más en comisiones.

7.     El fondo mutuo que acaba de comprar $1,000 millones en bonos necesita dinero para completar la transacción, por lo cual se dirige a la división de “brokers” de XYZ para que venda acciones en los fondos a sus clientes.

8.     Los “brokers” venden $1,000 millones en acciones a sus clientes del fondo mutuo de XYZ y cobran una comisión de un 1.5% por hacerlo, generando $15 millones más en comisiones.

9.     El fondo mutuo cobra un 1% anual a sus accionistas por manejar el fondo, generando $10 millones más para ese año, pero este “fee” es anual, por lo cual el fondo genera $10 millones anuales por los próximos 30 años que duran los bonos que manejan. O sea, el fondo genera un total $300 millones en comisiones durante su vida.

Como pueden ver, en solo una transacción de $1,000 millones el “establishment” de Wall Street generó $65 millones en comisiones para ese año y $290 millones en comisiones futuras, un negociazo. La deuda de Puerto Rico para el 2014 era de cerca de $72,000 millones, así que ya usted sabe la que hay.  De 2006 a 2012, en comisiones solamente, se generaron $1,300 millones de negociaciones como esa. Imagínese usted.

Pero esto no se acaba ahí, porque aún queda el “smart money”, los llamados fondos buitres. Estos son los fondos de inversión que son muy inteligentes para comprar los bonos de Puerto Rico como los compraban los fondos mutuos. Esta era la gente que cuando venían los vendedores decían “Puerto Rican debt? No, no, no, that’s risky” y se iban a invertir en otras cosas con mejores perfiles de riesgo. Y no es que a esta gente no les guste el riesgo, todo lo contrario, esta gente busca el riesgo, pero quieren que se les pague de verdad por tomarlo. Veamos una simulación de cómo un fondo buitre actuaría:

1.     El fondo buitre recibe una llamada de los “brokers” y banqueros de XYZ para venderles bonos de la AEE en el 2006.

2.     Tras analizar los documentos de la emisión, la economía del País y la situación política, deciden que es muy probable que la AEE tenga problemas financieros en el futuro, por lo cual no es prudente comprar.

3.     Aun así se quedan intrigados por las supuestas protecciones que la Constitución del ELA les ofrece a los bonistas, lo fácil que sería comprar los medios y políticos claves y la dependencia que la economía entera tiene en la AEE, por lo cual continúan mirando los bonos paulatinamente para ver cómo se comportan.

4.     Identifican cuando los bonos comienzan a caer a finales del 2012, y mientras los viejitos puertorriqueños y los fondos mutuos venden desesperados, ellos comienzan a comprar poco a poco… mientras más caen más compran.

5.     Logran comprar $1,000 millones en bonos de la AEE por $500 millones en el pánico. Por el descuento gigantesco al que compraron, están viendo ingresos de 12% en solo los intereses de los bonos.

6.     Pero estos intereses no son suficientes, los fondos buitres ahora sacan un presupuesto de $2 millones para hacer propaganda en los medios e invertir en las campañas de políticos poco éticos que ellos puedan controlar.

7.     Comienzan una campaña masiva de desinformación, en la que buscan convencer al pueblo de que deben pagar toda la deuda para ayudar a los viejitos, aunque ellos ya  compraron la mayor parte de la deuda a los viejitos.

8.     Si la deuda se repaga, generan más de $500 millones en el pago de los bonos más el 12% anual de los intereses. Todo esto lo logran con una inversión en medios, analistas, economistas y políticos de $2 millones.

Así es que funciona esto, mi gente. Wall Street nunca pierde. La mayor parte del tiempo estas personas no toman ningún tipo de riesgo significativo y solo se dedican a cobrar comisiones. Pero cuando sí deciden tomar riesgo, utilizan cualquier medida necesaria para generar cantidades obscenas de ganancias sin importarles lo que se lleven por el medio. En el caso de Puerto Rico, utilizan a los viejitos como herramienta para engañarnos. Lo triste es que estos mismos viejitos que dependen de los planes de retiro del Gobierno y de los servicios de la Administración de Seguros de Salud (ASES) son los más afectados que se verán si no logramos reestructurar la deuda y que el Congreso nos brinde medidas que nos permitan volver a generar crecimiento económico.

Hay que dejar claro que reestructurar la deuda no es la solución total a nuestros problemas. Aun si lográramos dejar de pagarla completa, tendríamos un déficit millonario que solo se soluciona con crecimiento. Pero decir que hay que pagar toda la deuda y que es por los viejitos es una mentira que hay que detener. Y hay que detenerla precisamente por los viejitos porque pronto vamos a tener que decidir entre pagar la deuda o pagar el retiro de los viejitos o el plan médico de los viejitos. Usted dígame qué debemos hacer porque esa decisión está a dos meses de distancia.