A veces imagino que la prensa lee sus propios reportajes, pero al parecer no. Recuerdo cuando se discutía el presupuesto presentado por Ricardo Rosselló a la Legislatura. El Secretario de Seguridad Pública Héctor Pesquera, que tiene el tacto de un elefante en una cristalería (pero no deja de ser honesto en lo que dice) afirmó que el presupuesto del gobernador dejaba inoperante al Departamento de Seguridad Pública.

Los recortes que había negociado el gobernador con la Junta dejaba en serios aprietos al Departamento que incluye a la policía, bomberos, emergencias médicas (paramédicos) y Ciencias Forenses. O sea, el gobernador había negociado con la Junta quitarle dinero a la seguridad del país mientras dejaba 30 millones para la Comisión Estatal de Elecciones, 13 millones para WIPR y cientos de millones para los panas que le rentan edificios al gobierno, aunque hay cientos de edificios de gobierno vacíos, y ni hablar de los panas de Fortuño en el BGF y los cuates que tienen contratos duplicados en el proceso de PROMESA que son cientos de millones.

De hecho, si usted lee lo que dijo la Junta claramente ha dicho que están dispuestos a dejar que el gobierno gaste más dinero en la policía, que pague el bono de navidad, y que pague otras cosas, pero tendría que cortarse el dinero de otros lugares. Eso es lo que no hay babilla para hacer, aunque precisamente de eso era que se hablaba antes con eso del plan, plan, plan, empleador único y presupuesto base cero. Todo eso se echó por el inodoro al parecer.

Vayamos al momento histórico. En las portadas de periódico entre 21 y 25 de mayo, todos los diarios de PR hablaron del asunto. En específico recuerdo escuchar al Representante PPD Jesús Manuel Ortiz cuestionando a Pesquera sobre el particular. También recuerdo que Alejandro Camporreale, subdirector de la AAFAF, dijo que el presupuesto que estaban presentando ante la Legislatura era el negociado entre el gobernador y la Junta.  

O sea, es indiscutible que la Junta es quien plantea el plan fiscal, pero quien hace el presupuesto y establece las prioridades de política pública es el gobernador. Uno debió haber esperado que el gobernador diera esa batalla cual Sansón contra los filisteos, pero resultó ser que le cortaron el pelo. Luego, cuando surgieron las diferencias entre el gobernador y Thomas Rivera Schatz por el asunto de la eliminación de la Ley de Cierre, claramente se dijo entonces que operaría un presupuesto nuevo y que la culpa de los recortes adicionales que vendrían era del presidente del Senado.

Lo que no tiene sentido es que no se diga la verdad en esto. Aquí están politiqueando mientras gente muere, mientras tenemos temor, mientras no se hacen autopsias a tiempo, y mientras hay un incendio industrial y apenas llegan bomberos o hasta peor, no hay paramédicos.

Ahora el héroe es el Juez Federal Gustavo Gelpí quien dijo que tienen que aparecer los chavos de la policía. A todas estas, recuerden que bien pudiera un tribunal superior a él derrotar su mandato. Lo más fuerte que tiene a su haber es que PROMESA claramente establece que el asunto de los acuerdos con los tribunales federales tendrá que ser obedecido, pero la letra nunca es absoluta en el derecho.

A todas estas, la Junta presentó su carta de juego. Dijeron que la propia policía ni sabe cuántos agentes hay, que no sabe las horas que trabajan y de hecho, tras María supimos que hasta la nómina y las horas extras se hacen a mano por lo que no se sabe las horas que realmente la gente trabaja en la uniformada. El presupuesto que no tiene los recortes ya demostraba que no había patrullas, que renunciaban agentes por montones para trabajar en empresas privadas que vinieron a la recuperación de María o simplemente se iban de Puerto Rico.

Yo no pido que el gobierno haga mucho por mi, pero contra, una llamada al 9-1-1 debería ser una herramienta de paz y seguridad de que los servicios públicos llegarán al auxilio. Si ni eso puede hacer el gobierno, ¿para qué corrieron entonces?