La corrupción dejó de ser ilegal
A todas estas Trump nos baja el de’o y dice que ni un peso más porque somos pillos.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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Titulé mi libro “Banquete Total: Cuando la corrupción dejó de ser ilegal” precisamente porque cada vez que uno vira una piedra encuentra un corrupto. En Puerto Rico, todo el mundo es primo, cuñado, tío, amante, o algo de algún político, pero ya esto es asqueante. Trump, sabiendo que hay sobre 20 investigaciones criminales de corrupción corriendo, solo apuntó al mangó bajito.
Lo que Trump ha dicho es lo que piensan los boricuas de la diáspora, así que ni le cuesta votos en Florida y Pennsylvania (estados “swing” donde el voto boricua es importantísimo). Los que se fueron te dicen que fue porque no soportan que para conseguir trabajo haya que lamer el ojo político, que los servicios no sirven para mantener los contratos de los panas, y que los permisos dependen de a quién conozcas más que a tu buena idea de negocios.
Si la gente viera que esto iba a cambiar se quedarían, pero la Isla se vacía cuando ven que solo se echa adelante si eres parte del entramado de corrupción. Porque, una cosa es que las cosas estén mal y otra que no vayan a mejorar, y no mejoran, por la rampante corrupción que vivimos.
Por ejemplo, mientras le pedimos a FEMA que nos suelte 16 billones para arreglar el tendido eléctrico, tenemos al director de la AEE dando aumentos de sueldo, soltando bonos de navidad, permitiendo que se conectaran los prostíbulos antes que los hospitales y dejando a quienes así hicieron en la autoridad, dando contratos a empresas de gas que tienen accesos privilegiados, aunque había opciones más económicas, planteando un impuesto a la energía renovable, comprando molinos de viento fatulos y dando contratos millonarios a empresas supervisadas por los hijos de empleados de la AEE.
A la vez, tenemos a la secretaria de Educación siendo investigada por supuestamente darle contratos a empresas aquí, que luego le daban beneficios a la que fuera su empresa allá. También tenemos legisladores siendo investigados por empleados fantasmas, recibir pinturas y beneficios personales como fincas y otras cositas como ayuda a la campaña.
Es tanto el cash que recoge esta gente que durante la pasada campaña el ahora asesor de Fortaleza (quien mandó a comprar las guaguas blindadas “sin que el gobernador lo supiera”) Raymond Cruz, tenía que llevar una máquina para contar efectivo (como en los bancos) a cada actividad de recaudación. ¿Usted cree que esos donantes PNP/PPD no tienen cuenta de cheques o será que quieren disfrazar sus donativos e ilegalidades?
Ni contarles de Raúl Maldonado y su propia consulta donde él mismo se retrató cuando pidió a una empresa verificar cuántos contratos de Hacienda vinculaban a su hijo. Cuando personal muy cercano al gobernador fue y le dijo al mandatario la cantidad de contratistas que subcontrataban al hijo de Raúl, en vez de botarlo, el gobernador le dio más poder y lo puso a cargo de OGP y Hacienda. O sea, tu quieres un contrato de billetes largos con Hacienda, contrata a mi hijo y Hacienda te contrata a ti y el gobe aplaude mientras tanto.
De hecho, el secretario de Corrección y el representante Memo González son el mejor ejemplo de lo que llamamos “swingers” políticos. El secretario contrata a la pareja de Memo y Memo le contrata la pareja al secretario. ¿Qué hizo el gobernador? Ascendió al secretario de Corrección a subsecretario de la Gobernación. Hasta los más decentes como Larry Seilhamer también hacen cosas así, donde de casualidad el senador contrata a la hija del alcalde de Adjuntas y de repente el hijo de Seilhamer es contratado por el alcalde de Adjuntas. Lo mismo el alcalde de Naguabo y el jefe de Edificios Públicos. Y así hay mucho más con “swingerismos”.
Y es que hasta en lo más básico fallamos. Todos saben de la corrupción en la venta de boletos en las lanchas de Vieques y Culebra. Hay un app creada desde el 2012 que elimina esa corrupción, no se ha implementado su uso y sigue siendo un enigma diabólico conseguir boletos para visitar las islas.
A todas estas Trump nos baja el de’o y dice que ni un peso más porque somos pillos, y nosotros se la pusimos demasiado fácil.
“La Isla se vacía cuando ven que solo se echa adelante si eres parte del entramado de corrupción”
Nacido en Chicago y criado en San Lorenzo, el licenciado Jay Fonseca estudió en escuela pública. Fue a la UPR a estudiar empresas y derecho luego de teología. Es analista político en Telemundo y WKAQ 580. Autor del libro “Banquete Total: Cuando la Corrupción dejó de ser ilegal” y por una década fue columnista en Primera Hora. Supera el millón y medio de seguidores en Facebook, Instagram y Twitter, lo que lo convierte en uno de los principales “influencers” de la Isla. Es padre de una niña y tiene un app bajo su nombre, Jay Fonseca.
Esto tiene salvación
Esta columna busca proponer soluciones de manera muy sencilla a las situaciones actuales que afectan el País.