Cuando el Gobierno hace algo siempre se le sospecha. Pero cuando el negocio entre el Gobierno y los otros es de personas que supuestamente son prístinas y libres de polvo, a uno le da el margen de la duda. Sin embargo, el angelito anticorrupción le dice a uno que vale la pena darle una miradita a ver si se le cayeron los dientes de leche al niño. 

Todo ocurrió con la gente honesta y decente del Fondo del Seguro del Estado. Allí, donde hay billones que el Gobierno ha ido robando legalmente por mucho tiempo, yacen negocios bien extraños recientemente.

Fuimos a buscar información y no querían darnos datos que son públicos, alegaban que eran confidenciales. Fue así como pasó una y otra solicitud, hasta que fui personalmente y entonces me dijeron que eran confidenciales, pero con cámara en mano y grabando cambiaron de opinión y nos dejaron ver los documentos. Entonces vimos la caja de pandora. 

En los documentos que hemos visto, la investigadora Ana Valeria Iturbe, de “Jay y sus Rayos X”, encontró un montón de cosas que nos parecían increíbles porque después de todo se trataba de la privatización de las farmacias del FSE y el contrato de 500 farmacias de Coopharma, que iban a proveer los medicamentos para los trabajadores boricuas que, cuando son accidentados en el trabajo, se les provee como parte de la cobertura del Fondo. Solo que ahora, en vez del Fondo, los van a dar estas farmacias. Hasta ahí, todo bonito. Pero los detalles fueron simplemente increíbles. Aquí un breve resumen de lo que encontró Ana Valeria porque el nivel de irregularidades es diabólico:

1. El 20 de mayo de 2019, el gobernador y el Fondo anunciaron que privatizarían los servicios de farmacia. 

2. Pero el expediente de la subasta era confidencial, según la gente del Fondo.

3. Aunque lo normal es que en las propuestas de subastas se les da 3 o 4 semanas a las empresas para que presenten sus propuestas, aquí solo se dieron 3 días. 

4. La subasta fue por invitación, o sea, solo fue la gente que invitaron en el Fondo a participar. 

5. Los únicos que fueron invitados fue la gente de Coopharma. 

6. O sea, no se dio oportunidad a otros a ver si había mejores propuestas. Esto incluyendo a las farmacias de la comunidad, farmacias de fuera y otros PBM que bien pudieran dar el mismo servicio por menos dinero, pero solo se invitó a Coopharma. 

7. La unión del Fondo había advertido de irregularidades en el proceso, pero nada pasó. 

8. La unión también había advertido que desde que llegó el nuevo jefe del Fondo (ex director de los empleados públicos PNP) se había estado dejando de hacer nombramientos claves y no sustituyendo personal poniendo en condición problemática a las farmacias del Fondo. 

9. El Gobierno no se ahorra nada en el negocio porque se gasta lo mismo que se gastaba antes en medicamentos. 

10. Contrario a lo que le dijeron a la Junta de Control Fiscal de que habría ahorros con esta movida, el propio documento admite que eso no es cierto. 

11. Coopharma admitió que iba a actuar como PBM, o sea, como administrador de medicamentos y a la vez farmacia. O sea, que iban a controlar el pitcher y el catcher del precio de los medicamentos. 

12. El gobierno federal le prohibió a Coopharma hacer fijación de precios cuando se unieron. Al hacer de PBM y ser pitchers y catchers pueden terminar en precisamente, fijar precios. 

13. Los precios que ellos proponen vender ciertos medicamentos que aparecen en los documentos son precios que hoy podrían ser más bajos en otras farmacias, incluyendo las farmacias de la comunidad que bien pudieron haber sido invitadas a esta subasta, pero las dejaron fuera. 

En fin, la lista es de sobre 30 irregularidades y cuestionamientos de este contrato de sobre 35 millones de billetes. Pero las preguntas obvias son: 

1. ¿Por qué esconder documentos e información pública si aquí no hay nada malo?

2. ¿Por qué no invitar a todos a competir y que el mejor gane?

No sé, pero a mi hace tiempo que se me cayeron los dientes de leche.