Imagínese este escenario. Decidimos no pagar la deuda. Los bonistas van a los tribunales a cobrar el dinero que nos prestaron. En el caso de Carreteras, UPR, AEE, AAA y las otras corporaciones públicas los bonistas van al Tribunal Federal a reclamar que se les pague. De los $70 billones que tenemos en deuda, $54 billones pueden irse a reclamar a la corte federal. El tribunal nombra un síndico para decidir la forma en que se va a cobrar la deuda. El síndico ordena construir cuatro peajes más, vender la autopista Luis A. Ferré, aumentar los peajes en 200%, subir la matrícula de la UPR en 300%, incrementar las tarifas de la AEE y la AAA en 50%. Si eso no es suficiente, venden la AAA y la AEE al mejor postor (bien barato porque están en quiebra). El mejor postor pone los precios que le dé la gana, subiendo el costo de la electricidad a 40 centavos el kilovatio/hora y la AAA sube el dichoso Cargo de Cumplimiento Ambiental y Regulatorio (CCAR) a 200%.

Entonces, los bonistas de la Corporación del Fondo de Interés Apremiante (Cofina) hacen lo mismo y el síndico decide subir el IVU a 14%. Luego los bonistas de las obligaciones generales nos demandan en el tribunal de San Juan para recobrar sus $16 billones. El tribunal local igualmente nombra otro síndico. Este decide cerrar 300 escuelas, vender el Centro Médico de Río Piedras, sacar 500 mil personas de la reforma de salud, despedir 20 mil empleados públicos y bajarles las pensiones 10%, como hicieron en Detroit y esa es la que hay.

Nada de lo que dije arriba es un escenario imposible, pongo el “worst case scenario”, pero es posible. Eso es a lo que nos enfrentamos si no enderezamos el barco pronto y dramáticamente ajustamos. Todavía escucho gente jugando con fuego, proponiendo cosas al garete.

Las decisiones de la vida tienen consecuencias y las determinaciones de los gobiernos que elegimos las pagamos nosotros. Yo solo pido que hablemos de las consecuencias de las decisiones antes de tomarlas y lanzar propuestas. Los medios de comunicación somos responsables también de esto. Hago un llamado a la seriedad con este tema.

Escucho a personas decir que no paguemos la deuda. Escucho a otra gente diciendo que pidamos una moratoria o reestructurar la deuda. Eso posiblemente tenga que pasar, pero, ¿sabe usted cuáles son las consecuencias de esa decisión? Realmente, ¿podemos no pagar la deuda y ya? ¿Podemos renegociar? ¿Qué es esto de renegociar la deuda o reestructurarla? ¿Con quién renegociamos? ¿Usted sabe si están disponibles? ¿Qué condiciones pondría esa gente para renegociar? ¿Usted sabe y le consta que estarían contentos y no pondrían condiciones imposibles para renegociar, haciendo aún más fuerte el escenario para el País?

A los que se oponen al famoso préstamo de $3,500 millones les pregunto: ¿De verdad creen que no debemos tomarlo o es que no saben las consecuencias de ello? ¿Hay alguna otra alternativa a corto plazo que no sea tomar ese préstamo? Mire, esto es sencillo, si Puerto Rico decide no coger ese préstamo el Gobierno se va a quedar sin dinero para abril. Así como lo lee. Es decir, que ni los maestros, ni los policías, ni los trabajadoras sociales, ni las enfermeras y enfermeros, nadie va a cobrar por dos meses porque todo el dinero se va para la deuda vieja, ya emitida, que habría que pagar. NADIE que cobre del fondo general recibiría un cheque porque el Banco Gubernamental de Fomento (BGF) se quedaría sin dinero. Igual pasaría en las corporaciones públicas que ahora dependen del BGF, sus empleados se quedarían sin cobrar. ¿Está usted dispuesto a pasar por eso? ¿Usted cree que esto de la degradación es un chiste? ¿Qué pasaría con los bancos que por dos meses no reciban los pagos de los préstamos de sus clientes? ¿Las cooperativas? ¿La AAA, AEE y demás pueden aguantar ese golpe de que cientos de miles no paguen por meses?

A mí tampoco me gustan los préstamos para cuadrar presupuestos, sin infraestructura creándose de ahí, y he advertido por años de lo nocivo de esta práctica para que no llegáramos aquí, pero de ahí a no aceptar que una vez estás en esta posición tras la degradación no queda otra alternativa a corto plazo es otra historia, a menos que estés dispuesto a pasar por las consecuencias que ya dije antes. Así de terrible como suena, en esa posición nos pusimos y no fue por falta de advertencia porque por bastantes años mucha gente lo advirtió. Pero les llamaban “profetas del desastre” y era más “cool” poner la música y que siguiera el baile en vez de corregir el rumbo.

El asunto es que luego de tomar el préstamo hagamos los ajustes que de verdad hay que hacer. En Puerto Rico decimos que hace falta un gobernador con pantalones que haga lo que hay que hacer, pero cada vez que hay alguno que hace algo difícil, aunque correcto, es “asesinado” en la opinión pública. Todos sabíamos que había que hacer los recortes en el sistema de retiro central y en el magisterial. Desde los años setenta se venía advirtiendo, pero cuando llegó el día de la verdad era más “cool” seguir con la “tiraera” porque genera “rating” y gana elecciones. De igual manera antes sabíamos que había demasiados empleados públicos, pero era más “cool” tirarle al entonces gobernador Luis Fortuño por eso que admitir que era lo correcto y a la vez obligar a la redirección de recursos. Es decir, el problema era que el sacrificio era para algunos, no para todos. Claro, que eso había que hacerlo, el problema es que seguían los contratos y los sueldos de confianza inmisericordes y mientras botaban por un lado contrataban a sus panas por el otro. Igual ahora con los hermanos PPD. La crítica tiene que redirigirse y dejar de hacer oposición tan mediocre.

El énfasis tiene que cambiar. Hay ajustes que son indispensables hacer. En la AAA hay que bajar sueldos y condicionar mejorías a bajar los salideros de 64% a 15%, que es lo normal. Según bajen los salideros, así será su mejoría de sueldo. En la AEE, según sea la baja en el robo de luz, así serán los bonos. En Educación, según mejore el nivel educativo en las pruebas PISA, esa sería la mejoría en sueldo de las maestras y maestros. Si usted quiere ayudas del Gobierno, usted tiene que ir y llevar a sus hijos a tutorías y talleres técnicos en la escuela pública de su comunidad después de las 3:00 p.m. Si usted quiere estudiar en la UPR, tiene que dar talleres y tutorías en esas comunidades como requisito de graduación y ayudar a pequeños negocios a hacer estados financieros, estrategias de negocios, estudios de mercado, hacerles páginas de internet, ayudar a crear aplicaciones para agilizar las filas del Cesco, hacer práctica social en las comunidades, etc. Si usted quiere mejor sueldo en Obras Públicas y colecturías, se le dará bono según baje el tiempo de la gente en fila en los Cesco. Si usted quiere bono de navidad en OGPe (antes ARPE), lo recibirá según los permisos correctamente emitidos en mejor tiempo. ¿Usted quiere buen sueldo en la UPR? Según usted publique, investigue, cree y descubra será su permanencia y su mejoría económica. ¿Usted quiere mejor sueldo en la AMA? Pues cumpla con el horario de llegar a las paradas, sin accidentes.

En fin, todo el mundo cobrará su sueldo a base de productividad y excelencia. Si usted es incapaz de cumplir con eso, no se preocupe, otra persona podrá y gracias por sus servicios. Claro, que yo no quiero pagar 10% de interés en un préstamo de $3,500 millones y menos quiero un descuento en ese préstamo, pero a corto plazo no hay de otra. El asunto es redirigir la opinión pública. Te lo vamos a permitir, pero tiene que haber cambios de verdad. En las pasadas semanas escribí 50 ideas de cosas que se pueden hacer inmediatamente. Acompáñame a crear la presión en la opinión pública que logre hacerlas realidad. Los políticos apuestan a que el pueblo es indiferente, a que al pueblo no le importa nada, siempre y cuando no se metan con ellos.

Gente, estamos jugando con fuego. Estamos jugando con el futuro, estamos jugando con algo tan serio como lo que nos espera en el horizonte como País. Cojamos esto en serio. Sé que suena cursi, pero es totalmente cierto: si no hacemos una Convención de País en la que todos estemos dispuestos a ceder y buscar la forma de aumentar la productividad, viviremos tiempos mucho más complicados de lo imaginado. Sé que esto es como el cuento del lobo -que este no acaba de llegar-, pero créanme, nunca ha estado tan cerca como ahora.