Puerto Rico tiene historial de confinados por casos fabricados. Presos injustamente y que además son personas que no tuvieron buena representación legal. Tanto es así, que personalmente en mi programa Rayos X he investigado casos de fabricaciones obvias y burdas, y personas han salido de la cárcel por los genuinos esfuerzos de abogados criminalistas decentes.

En uno de ellos, fui a una zona confidencial para encontrarme con un testigo que me narró con detalles cómo personas le pidieron testificar contra unos acusados y que si lo hacía le iban a tirar la toalla en las fechorías que él había cometido. Ese sujeto, que fue el testigo estrella del caso de un brutal asesinato, se contradijo veinte veces, dijo mentiras por montones, reconoció que se inventó la mayoría de las cosas que dijo y aún así fueron presos por 20 años los entonces jóvenes inocentes.

A pesar de esto, la gobernadora acaba de convertir en ley una medida que permite que se le otorgue favores especiales a los presos que cooperen en el esclarecimiento de otros juicios al punto de que el juez puede bajarles sus penas a casi nada con tal de que cooperen. Ya hoy día existe la cooperación, pero no la discreción total para bajarle las penas.

El problema de personas que se inventan testimonios inculpando a otros con tal de ellos salir de las garras de la cárcel es tan brutal que no puedo creer que ni fuera discutido públicamente el asunto, sino que en el medio del temor de la pandemia se aprovechó el momento y la gobernadora anunció la nueva ley y “todo gucci”, diría Rafa Pabón. Así mismo es como en el pasado se ha metido personas inocentes a la cárcel.

Igualmente, a toda prisa, la Cámara y el Senado aprobaron sendas medidas para hacer retroactivo que personas cuyos juicios no hayan sido por unanimidad tengan derecho a salir libres bajo fianza en lo que ocurre un nuevo juicio. Es decir, un número que pudiera ser cientos de presos, podrían salir en cualquier momento de la gobernadora convertir en ley esta medida. Personas que, precisamente el jurado, por temor a ellas, decide el juicio 9 a 3, 10 a 2 y 11 a 1 para que luego el convicto no venga a ajustar con el jurado, tomando represalias contra la decisión.

Cierto es, el supremo federal decidió que los juicios tienen que ser unánimes por jurado, pero es solo para el futuro, no los juicios finales y firmes del pasado, pero aquí un grupo de legisladores, abogados de defensa y analistas políticos han planteado que es bueno dejar salir a estos sujetos porque ese es el derecho, cuando eso es falso. Esos mismos no te dijeron las implicaciones que tiene esto en el sistema de justicia.

De esto aplicarse retroactivamente, será casi imposible para fiscalía probar estos casos de nuevo y muchos de estos terminarán libres porque no hay los expedientes, no aparecen los testigos, o peor, ahora tiene que ser unánime y, por tanto, más complicado para la fiscalía. Esas personas saldrían bajo fianza y a ver si ahora aparecen los expedientes, si los testigos no se han muerto o mudado, a ver si se pueden volver a procesar los que todavía están en la cárcel, a ver si ahora un jurado unánime falla en su contra con lo difícil que será conseguir todos los testigos y prueba de hace décadas.

Como abogado, pudiera decir que a mí hasta me conviene quedarme callado e irme a litigar para impresionar jurados y ver si con uno que convenza ya saco a mi cliente. Pero, como analista político no puedo permitir que esto se apruebe a la ligera y al garete sin darle espacio a las víctimas y explicarte lo que esto significa para ti que viste a tu esposa ser violada mientras te amarraron para robar en tu casa. A ti que perdiste a un hermano por meramente tener una discusión boba en una barra o a ti que te robaron y vives aterrado porque sabes que el ladrón, violador y asesino ahora podría salir y sería mucho más difícil volverlo a meter a la cárcel.

Yo puedo argumentar a favor de ambos proyectos de ley, pero no puedo hacerlo sin decirte la píldora venenosa simultánea que hay en ellos. Yo no prestaría el espacio de analista político que me brindas para decirte un lado que me conviene a mí y que quizás no te conviene a ti.

A las víctimas del crimen les digo, los derechos de los acusados son importantes, pero nuestra constitución también nos dice que la dignidad del ser humano es INVIOLABLE.