Quienes llevan leyendo mis columnas saben que nunca las hago de mis vivencias. Trato de aportar con la denuncia de algo que entiendo está mal y luego de señalar, planteo posibles soluciones. Pero, el gobierno, este y los anteriores, saben lo que hay que hacer. Saben lo correcto. Cuando uno propone algo, uno sabe que el gobernador, gabinete y los electos saben lo que deben hacer. No implementan las soluciones que se les plantea porque tienen otros intereses reelectorales y de control de los 24 billones que son el presupuesto consolidado y que el próximo resuelva.

Ya este gobierno nos ha demostrado que es igual a los anteriores en ese sentido. Ellos no buscan la solución de verdad. Buscaron ganar y ahora volver a ganar, mientras resolver los problemas es secundario. La evidencia está en los acuerdos de COFINA, las negociaciones con los bonistas de la AEE y el acuerdo con los acreedores del BGF. Estos acuerdos solo posponen para que futuros gobiernos resuelvan. El gobernador y la Junta patearon la lata y le cogimos prestado a nuestros hijos para que ellos paguen lo que nosotros acordamos ahora. No será hasta mediados del cuatrienio que viene que se sientan los efectos de estos acuerdos.

Sabiendo que no podemos contar con el gobierno, porque contar con su buena fe y trabajo a favor de lo correcto es inútil, decidí escribir esta columna. Además de bajar de peso y esas resoluciones que todos siempre hacemos, creo que te toca hacer dos resoluciones personales. Te confieso que las mías.

Primero, hay que hacer un presupuesto personal y cumplirlo. Esa debe ser la resolución más importante para ti en 2019, porque se estima que menos del 5% de la gente hace un presupuesto de hogar. Sé que en momentos como estos es difícil hablar de presupuesto y cumplirlo con toda la incertidumbre que existe, pero no queda de otra. Establecer esa disciplina y rigor propio siempre es complicado.  Este año, tenemos que hacerlo.

¿Cómo? Hay montones de páginas de internet que te ofrecen porcentajes de cuánto debes gastar, invertir y ahorrar. La regla más común es la 50/20/30. 50% trata de gastos esenciales e indispensables, que no importa lo que pase tendrás que hacer.

O sea, expertos recomiendan que la mitad de tu cheque mensual debe ir para gastos de vivienda (renta/hipoteca), comida, plan médico, transportación y utilidades (agua, luz, teléfono). Obviamente, esto es un aproximado, pero ajústalo a ti. Hay montones de aplicaciones que puedes usar para que te ayuden en el proceso y muchas son gratis.

El 20% se debe determinar para ahorros, retiro, seguros, fondo de emergencias y abono a deudas personales como tarjetas de crédito. Sé que es difícil cumplir con esto, pero es lo que se recomienda.

Finalmente, 30% para tus gastos personales como celular, cable tv, membresías de Netflix y Spotify, gym, ropa, viajes, etc. Obviamente, esto depende de qué para ti es importante y hay que cortar aquí mejor que en las anteriores.

Vas a ver montones de páginas de internet con sugerencias de presupuestos para ti. Varios bancos tienen hasta una página de Excel para que la uses y te organices con tu caso. Ahora, incluye en tu presupuesto lo que viene en la segunda resolución.

Segundo, aprender inglés o mejorarlo hasta dominarlo. No solo hay montones de formas de hacer esto gratis, el asunto es que hay que proponérselo y practicarlo de verdad. Si le preguntas a muchos patronos cuál es la dificultad más grande en la Isla, te van a decir que conseguir empleados que dominen el inglés de verdad. En mi caso, también me he propuesto leer más y tratar de escribir en inglés. Si el destino de alguno de nosotros es fuera de la Isla, el inglés será indispensable y no hay razón por la cual no podamos sacar un rato todos los días para esto. Quedarse aquí es la aspiración, pero no es obligación para nadie con el desgobierno que tenemos.

Ambas resoluciones son totalmente posibles y hasta gratis. Les cuento en diciembre de 2020 cómo me fue a ver cuánto incumplí y si fracaso, pues a empezar de nuevo.