Con esto del Covid dicen que los humanos estamos en el mismo barco. Falso. “Estamos en el mismo océano. Pero algunos están en un barco crucero, otros en Hatteras de 100 pies, algunos en kayak, otros en yola, pero la mayoría está en el agua con salvavidas a ver si sobrevive.”

Nunca antes Puerto Rico tuvo tanto dinero que no supo usar. En la era Trump tuvieron que soltarnos billete cuando el Congreso presionó para que enviaran fondos. Luego de María, terremotos y ahora la pandemia, Puerto Rico ha tenido billete de verdad en sus cuentas y disponibles. Pero el gobierno ha sido incapaz de invertirlo.

El ejemplo más dramático ocurrió con los fondos Restart. El gobierno federal nos soltó sobre $300 millones para comprar computadoras, tablets y adiestrar a maestros y estudiantes para dar educación a distancia. La subasta fue impugnada en tres ocasiones por el traqueteo que había en Educación desde el 2017. Esos dineros, si se hubieran usado bien, pudieron llegar a ser hasta $500 millones y pudimos haber puesto educación remota como un logro.

Pero los “boys” se encargaron de que no ocurriera. Esos mismos que todavía entran y salen del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) y que luego son analistas políticos, mientras empujan sus contratos y clientes retrasaron todo. Cuando los terremotos igual. La Junta autorizó $200 millones para usar sin restricciones, pero no supo usarlos rápido y se acabó el tiempo de utilizarlos sin tener que pedir autorización a la Junta. De los $200 millones no habían gastado ni el 10% cuando esto ocurrió, y en el sur pasando necesidad.

Teniendo WIPR y sus tres canales y varias emisoras de radio, no hicieron clases modelo diarias con los módulos para que los que tienen limitaciones de internet pudieran guiarse. Con los $500 millones del Cares Act y fondos Restart, bien pudieron haber creado clases modelos para los niños por Youtube, Facebook, IGTV y otras alternativas y así los padres que tuvieran internet podían orientarse por la clase modelo siguiendo los módulos y sentarse a estudiar con los hijos.

Muchos maestros dieron la milla extra, pero recibieron un balde de agua fría cuando dijeron que todos los estudiantes pasarían de grado y ya. Esto, aunque llevamos tres años corridos con problemas en el semestre con dilaciones continuas. Estos maestros que dieron la milla extra deberían haber sido premiados con bonos, pero también con el reconocimiento público y ponerlos a dar estas clases modelos para hacer de la excepción, la norma. Pero no; cero creatividad. Mejor fue pasarlos de grado con lagunas, mientras en otros países y maestros locales por su vocación empezaron a usar el app Khan Academy, Scholastic, Outschool, Varsity Tutors, y otras herramientas que están dando clases gratis ahora mismo de K-12, aquí el secretario decidió patear la lata adelante teniendo $500 millones de billetes nuevos.

Luego nos quejamos de la construcción social que vivimos aunque este es el gobierno de la gobernadora que alardea de venir de escuela pública. Pero si con $2.2 billones adicionales irrestrictos para gastar y con $500 millones adicionales para educar no lo hacemos ¿cuándo lo haremos? No se puede perder el tiempo teniendo el recurso humano y ahora el económico.

Ni hablar de que sabiendo que hay problemas en atrasos en los incentivos CARES de $1,200 por persona, desempleo de hasta $3 mil mensuales y atrasos en los cheques del PAN, no se les ocurre de inmediato abrir los comedores escolares ante la obvia necesidad que está pasando gente que antes no pedía los cupones y por primera vez están en precario sin cobrar por sobre un mes.

Cuando finalmente crees verlo todo, surge que advierten que se han puesto en peligro unos $500 millones de Medicaid porque Puerto Rico no ha sabido hacer el plan de los $5.7 billones del plan Vital que nos aprobaron los federales y que se supone que hubieran asignado o más dinero para pagarle mejor a los médicos o más gente cubierta bajo la reforma.

Sí, Puerto Rico, tenemos una gobernadora que se le van los médicos y enfermeras, despiden personal en los hospitales, y aunque podían en un par de horas gastar $38 millones para comprar pruebas fatulas, no podían inyectar capital a hospitales, repartir comida y llevarte las ayudas, aunque tenía los chavos en la cuenta. ¿4 años más?