¿Cómo no vamos a entrar en pánico?

Mi conocimiento científico es peor que mi conocimiento político. Así de malo. Aunque fui un estudiante de “A” en todas mis clases de ciencias, nunca he hecho un experimento científico. En mi escuela ni laboratorio había. En la UPR la clase de Biología era demasiado simple para los estudiantes de empresas, así que de nuevo, no sé nada de ciencias más allá de leer algunas revistas y artículos interesantes que traducen a forma muy somera el conocimiento científico.

Por tanto, cuando empezó a salir públicamente que rociarían con NALED y fumigarían para controlar los mosquitos que producen zika me asusté. Me fui a leer información y el contenido era de páginas extrañas con escasas referencias a publicaciones revisadas por pares de la comunidad científica. Llamé a algunas personas que conozco y todas me decían información contradictoria.

Por un lado, la gente de agencias locales y federales ubicadas en Puerto Rico parecían por lo bajo oponerse a fumigar con NALED. Su argumento principal no era lo tóxico del NALED, era que la reducción de la población del mosquito que logra era de solo 5%. Y que al cabo de unos días los mosquitos regresaban. Esto sin considerar el impacto agrícola y el desconocimiento de su interacción con los seres humanos.

Por otro lado, entrevisté al doctor Tom Frieden director del CDC de Atlanta. Me dijo que el NALED en las dosis y horarios correctos resulta en un impacto mínimo. Vamos, no es cualquier tipejo el que habla. Luego hablé con amigos científicos que me decían que fumigar con NALED es menos nocivo que lo que hacemos todos los días en la Isla donde se lanzan al aire montones de químicos como carbón en Guayama y lo que sale de la AEE, los vertederos y la potencial quema de basura y las descargas a nuestros ríos más la producción de farmacéuticas a diario o la alimentación que viene de productos embadurnados de químicos.  

Luego notas el silencio de la EPA local, el silencio de la Secretaría de Recursos Naturales, el somero apoyo con cara de yo no quiero de la Secretaria de Agricultura, la ausencia de la opinión pública de la Secretaria de Salud, el subterfugio de yo no me meto en eso de muchos reconocidos profesionales locales y uno se asusta. Escuchas la oposición de prestigiosos médicos como el reconocido oncólogo de MD Anderson Dr. Fernando Cabanillas y científicos locales como el exjefe de la EPA Carl Soderberg y coges pánico.

Mientras tanto el Colegio de Químicos guardó silencio hasta que se les empujó a hablar. La UPR y la facultad de Química no hablan. Entonces, notas que el gobernador dice que es su decisión, pero en el entrelíneas se nota que esto fue una decisión tomada por los federales en Washington y le están diciendo que o coopera o coopera.

¿Cómo pretenden que el pueblo y los medios no entren en pánico si no orientan, no educan, no preparan el camino, no hablan claro y no prueban científicamente lo que es correcto?

Claro que nadie quiere que en 5-8 años el Kindergarten de la escuela tenga 10 estudiantes con microcefalia y los defectos de nacimiento que trae el zika, pero tampoco queremos que nos fumiguen como si fuéramos cucarachas.

Pareciera que allá en Washington tomaron una decisión y punto. Pero no hicieron el esfuerzo real por ayudarnos a saber lo que era la mejor opción. Allá en la capital de nuestro dueño no solo nos dicen que somos colonia y que el territorio -la tierra- les pertenece. Parece que el mensaje es que somos ganado que camina dentro del cercado de alambras de púa que a ellos pertenece y que no tenemos opción real de ni siquiera opinar o si quiera educarnos de lo que harán en esta finca.

Me hace recordar a mi abuelo y sus vacas a las que llevaba a “vacunar” y “fumigar” cuando venía una “pickup” por el barrio. Yo era un niño, pero recuerdo muy bien el escenario cuando con una “manga y una pistola de químicos” le echaban “fly” a las vacas. Ellas no tenían la opción de opinar o ser educadas. Iban a la fumigación y punto.

No tengo idea de si el NALED será bueno o malo. En realidad, tengo mis dudas y sé que algo tenemos que hacer. Pero me enferma ver que en vez de haber cogido en serio el tema del zika y habernos puesto a pelear contra los criaderos y luchar por fumigar casa por casa, lo hayamos cogido a relajo y terminemos tomando como primera opción lo que debió ser la última alternativa.