Puerto Rico tiene menos mujeres teniendo hijos que nunca. Según los datos más recientes (2017), somos el quinto país con menos hijos por mujer. 

Solo Singapur, Macao, Taiwán y Hong Kong están peor que nosotros. Nuestros números en 2017 no eran tan malos como ahora, ya que luego del huracán María nuestros nacimientos han bajado aun más. Nuestra tasa de fertilidad en 2017 fue 1.1 nacimientos por mujer, según el demógrafo Raúl Figueroa.

Una realidad ineludible es que nos estamos poniendo viejos y no estamos teniendo hijos para sustituir nuestros muertos. Raúl Figueroa decía que la tasa ideal de sustitución es 2.1 niños por mujer. O sea, el doble de lo que tenemos ahora. De lo contrario, no se sustituyen los que mueren. 

Ya Puerto Rico tiene sobre 30 mil muertes anuales, mientras nacen 27 mil o menos.

Es tan grave el asunto a nivel global que hay propuestas dramáticas. Por ejemplo:

1. Dinamarca tiene una promoción que se llama: “Do it for Denmark”, “Tengo sexo por tu país”.

2. Japón hizo algo parecido porque, según estudios, uno de cada tres personas de 30 años no han tenido relaciones sexuales y parece no nteresarles el sexo tanto como los vídeojuegos.

3. Singapur promociona: “Come menta y haz hijos en la noche nacional”. De hecho, están limitando los apartamentos de un solo cuarto para obligar a la gente a tener que comprar apartamentos con cuartos adicionales e incentivar tener hijos.

4. Corea del Sur empezó a dar incentivos en efectivo a quienes tienen más de un hijo. Se introdujo la política de apagar las luces de las empresas a las 7:30 p.m. y le pusieron la noche familiar al tercer miércoles de cada mes para incentivar que se vayan a “tener hijos”.

5. En Turquía estaban pagando por si tenías tres hijos.

6. Noruega le paga el 100% del sueldo a la madre por 10 meses y 80% por el resto del año tras el parto.

Recientemente, China eliminó la política de tener un solo hijo. Hungría anunció que si tienes cuatro hijos o más no pagarás impuestos. Un legislador europeo propuso darle 60 mil dólares a la mujer que tenga hijos, para que los utilice en su retiro.

Sin embargo, lo único que de verdad ha demostrado ser efectivo es la inmigración. Tanto Alemania como Israel han mejorado sus números demográficos con personas jóvenes de otros países que están llegando allí.

Un estudio publicado en el Buró Nacional de Investigación Económica, por una economista de Northwestern en Chicago y Regensburg en Alemania, encontró datos relevantes. Concluye que, aunque se den montones de incentivos y subsidios para ayudar a tener hijos, estos no funcionan si la carga de tener un hijo recae en la mujer y el hombre casi no participa de la crianza. Encuentran que si se ayuda con la carga a la mujer, hay un impacto significativamente mayor.

Francia, Noruega y Bélgica han logrado mejorar tasas de natalidad, precisamente, por la participación de los padres en la crianza y leyes que fomentan la paternidad. Políticas como hacer accesible los cuidos de niños, un sistema de salud económico y evitar que se les penalice en el trabajo por el embarazo parecen ser claves para las mujeres querer procrear. También encontraron que se deben fomentar y abaratar la fertilización in-vitro y modelos no tradicionales, porque el momento para tener hijos es clave. Hay otras variables, pero requieren más estudio.

Sin duda, en nuestro caso la emigración hacia Estados Unidos requiere atención de urgencia. Debemos considerar seriamente pedir a Estados Unidos permitir la entrada de miles de refugiados a nuestra Isla, muchos de los cuales ya están en proceso migratorio en Estados Unidos. 

Traer estudiantes de Latinoamérica, traer empleados migrantes como se ha hecho antes. La UPR debe condicionar subsidios y becas en áreas que queremos fomenter, a cambio de que se queden en la Isla al graduarse, como hizo New York; ayudar a pagar los préstamos estudiantiles, como lo trabajó el estado de Maine, y tener programas agresivos de atraer a muchos que se han ido recientemente.

Soluciones hay, pero requieren pensar fuera de la caja y aliviar la “carga de procrear”. Mientras tanto, sexo, mucho sexo, por Puerto Rico.