El próximo lunes inicia la tercera sesión ordinaria de la Asamblea Legislativa. El año pasado fue uno perdido con respecto a impulsar medidas de política pública urgentes que respondieran a los retos que enfrenta Puerto Rico. En esta columna expongo varios temas que deben ser parte necesaria de la agenda del 2022.

Reforma Electoral: El pasado cuatrienio se aprobó un Código Electoral con la oposición de cuatro de los cinco partidos políticos y amplios sectores del país. Solo el PNP lo favoreció. Es un Código antidemocrático que limita la expresión y asociación política y limita las opciones del electorado. El PPD prometió derogarlo. No ha ocurrido. Tampoco han presentado enmiendas puntuales para eliminar lenguaje que permitió al PNP adquirir control administrativo de la CEE. La transformación del ordenamiento electoral debe adoptar criterios para acortar las campañas políticas, evitar irregularidades en el voto adelantado, igualdad en la participación de todos los actores político-electorales en la CEE y retomar el consenso para determinaciones sobre la administración de la CEE, entre otros.

Desarrollo económico: Enfrentamos más de quince años de contracción económica. Es urgente adoptar un modelo de desarrollo económico que estimule el empresarismo local, eliminando las trabas burocráticas para hacer negocios y eliminar leyes penalizantes, como por ejemplo el impuesto al inventario. Se deben derogar las reformas laborales aprobadas bajo Ricardo Rosselló, que penalizan a los empleados del sector privado. Además, es necesaria una reforma contributiva integral. Esta debe incluir, como se ha propuesto históricamente por el PIP, una contribución no confiscatoria sobre las ganancias de empresas foráneas. Se debe, también, exigir del Congreso acciones conducentes a liberar de las amarras de la Ley PROMESA a Puerto Rico, para establecer nuestra política de desarrollo y no la política de austeridad de la Junta de Control Fiscal.

Educación: Es fundamental ampliar la oferta curricular en las escuelas públicas. En cuanto al magisterio se debe hacer justicia salarial que permita mayor reclutamiento de nuevos maestros. Se debe retomar legislación que presenté el cuatrienio pasado sobre los sicólogos en las escuelas. Ante el repunte del COVID-19 se debe hacer el acceso a Internet más accesible. Para esos fines el cuatrienio pasado presenté legislación para que el gobierno recuperara la administración de PREPANET, una red de alto calibre para mayor acceso a los sistemas de Internet. Es prioritario proteger la integridad institucional y académica de la UPR, que está bajo amenaza continua de la Junta de Control.

Status: Actualmente se evalúa en el Congreso el proyecto de Nydia Velázquez que propone una Asamblea de Status con fórmulas no coloniales ni territoriales y que crea una comisión conjunta con funcionarios federales de manera que las opciones sean viables y contengan procesos de transición definidos. Es la propuesta más inclusiva. Eso no significa que desde Puerto Rico la Asamblea Legislativa no tome sus propias iniciativas. Insisto en que debemos convocarnos como pueblo en una Asamblea de Descolonización que presione al Congreso a responder a su obligación descolonizadora.

Protección ambiental: Hay muchos retos en el aspecto ambiental. Pero deseo resaltar que la ley para una moratoria en la construcción en la zona costera, así como una nueva Ley de Costas, presentadas por María de Lourdes Santiago, son un paso necesario en la dirección correcta ante los efectos de la crisis climática. Del mismo modo, urge la designación por ley de las reservas naturales y agrícolas que están amenazadas por la construcción desmedida. Para el sector de la construcción se debe establecer una política pública de revitalización de cascos urbanos.

Estos son solamente algunos temas urgentes que requieren atención. Queda de la Asamblea Legislativa demostrar si este año responden a las necesidades del país o si el 2022, al igual que el 2021, será un año perdido.