Los líderes populares y penepés son gemelos idénticos separados al nacer. Comparten el mismo genoma al momento de gobernar. Tienen una misma visión en contra de los mejores intereses del pueblo.

Las acusaciones por corrupción a líderes de ambos partidos; promovieron ambos el cierre de escuelas; son responsables del desmantelamiento paulatino de la UPR; favorecieron la imposición del IVU; y aprobaron el Plan de Ajuste de la Deuda impuesto por la Junta de Control, son algunos ejemplos. Al momento de dar la espalda al pueblo, el PPD y el PNP coinciden, se apoyan mutuamente y actúan en común acuerdo como un solo partido.

Esta semana no ha podido haber un recordatorio más contundente de que el PPD y el PNP son dos caras de una misma moneda.

El escándalo del puente atirantado de Naranjito es un ejemplo de la irresponsabilidad administrativa del PPD y el PNP y de cómo el dinero del pueblo se mal utiliza. El costo de la construcción del puente fue de $35 millones. Fue inaugurado en el 2008 bajo la administración del PPD. Desde el inicio, expertos informaron sobre los defectos estructurales del puente. Incluso a meses de su inauguración tuvieron que cerrar el tránsito de varios carriles por el peligro que representaban los defectos de la estructura.

Luego del 2008, ha habido tres administraciones del PNP y una del PPD. Aunque los vicios de construcción eran evidentes y los señalamientos de los defectos del puente fueron planteados, ninguna de las administraciones actuó. Ni fiscalizaron la obra, ni exigieron respuestas, ni investigaron. Por años, miles de personas transitaron sobre un puente en riesgo de su vida y seguridad.

Ahora, que el peligro de utilizar el puente obligó a cerrar el acceso al mismo, uno ve al liderato popular y penepé llevarse las manos a la cabeza simulando sorpresa. Los que hemos transitado por el puente sabemos que el peligro estuvo presente siempre.

Peor aún, esa irresponsabilidad administrativa del PPD y PNP nos costará $25 millones para reparar el puente. Es decir, le costará al pueblo de Puerto Rico casi la misma cantidad para arreglar el puente que lo que costó construirlo. Terminamos pagando los platos rotos quienes no los rompimos. Los responsables seguirán capeando por su respeto y no habrá consecuencias.

El otro evento ocurrido esta semana fue el anuncio de la privatización de la generación energética. Cómo si la privatización de la distribución y transmisión con LUMA no hubiese sido un ejemplo doloroso y suficiente de lo que ocurre cuando se privatizan servicios esenciales, ahora el PPD y el PNP privatizan la generación energética.

El proceso ha sido uno de espaldas al pueblo. No ha habido transparencia. Gracias a la labor investigativa de la prensa sabemos algunas cosas. La empresa que se señala como favorecida es Genera PR. Esta empresa tiene como subsidiaria a New Fortress Energy, que le vende combustible a la AEE. Es decir, esta empresa estará comprando combustible a su subsidiaria. Además, la empresa Fortress tiene una deuda de $35 millones con la corporación pública por incumplimiento de contrato. Con esos truenos, quién duerme.

El acceso a la energía eléctrica es un derecho humano fundamental, para tener servicios de salud, educación, calidad de vida, suministros alimentarios y desarrollo económico. Sin embargo, el PPD y el PNP se lo han entregado a empresas privadas. ¿Recuerdan cuando ese liderato decía que la privatización abriría el mercado y que la libre competencia de distintas empresas abarataría los costos energéticos? Todo fue mentira.

LUMA en seis meses ha aumentado las tarifas siete veces y está en proceso de solicitar un octavo aumento a la facturación energética. Lo mismo se puede anticipar con la privatización de la generación energética. Ya los funcionarios del gobierno han dicho que la empresa no hará ninguna inversión económica. La inversión vendrá del gobierno. O sea, de tu bolsillo. Y es que las empresas que administran servicios esenciales no lo hacen por el bien común, sino para lucrarse.

Ése es el legado del liderato del PPD y el PNP. Simulan diferencias en las cosas marginales, pero para la poca vergüenza que tanto afecta al pueblo actúan igualitos. ¿Hasta cuándo? Eso está en tus manos.