Levanto Bandera ha sido un espacio importante que me permitió hacer señalamientos puntuales de política pública y, además, presentar propuestas concretas para hacer frente a los problemas del país.

Agradezco profundamente a Primera Hora el brindarme la oportunidad de compartir con ustedes y el país mi opinión en este espacio. A Ana Enid y a Karol, gracias por la paciencia.

Esta que leen será la última columna fija. Se abrirán otros espacios y estoy seguro que, cuando el momento lo exija, podré comunicarme con el país nuevamente por este medio.

Como saben, asumo una responsabilidad en el año preelectoral como secretario general del Partido Independentista Puertorriqueño y candidato a la gobernación.

En este espacio, hemos defendido a la Universidad de Puerto Rico, los recursos naturales, el derecho a la salud, la educación y la descolonización, entre otros temas.

Hemos denunciado la corrupción y los malos manejos en los asuntos gubernamentales a manos del PNP y el PPD, que son la orden del día. Hemos insistido en la urgencia de limpiar la casa. Esa es una tarea fundamental. Tenemos que aspirar a un gobierno justo y limpio. Los que me han seguido en dos años saben que los puertorriqueños merecemos algo mejor.

Comenzamos un año preelectoral. Tras 60 años de mal gobierno popular y PNP, es más que evidente que en ambas colectividades hay ausencia de liderato y no son una alternativa para el país.

El bipartidismo rojo y azul no ha sido capaz de estructurar una política pública efectiva en beneficio del país.

Por vez primera en tiempos recientes habrá la oportunidad de llegar a acuerdos concertados entre partidos distintos.

El Movimiento Victoria Ciudadana y el Partido Independentista Puertorriqueño tenemos una oportunidad única de brindarle al país una nueva forma de hacer gobierno, mediante acciones concertadas o una alianza electoral.

En estos tiempos debemos reflexionar con respecto al país que aspiramos tener. Habrá quienes intenten evitar la derrota del bipartidismo. Pero serán más los que, con fe y voluntad, haremos posible el triunfo de la esperanza.

En este momento de despedida, ¡Gracias!