Un nuevo año trae la pregunta de ¿cuál es la agenda de gobierno para el 2023? Ambos partidos, el PPD y el PNP, han anunciado su plan. Todo en función de fondos federales y legislación federal. No existe visión de desarrollo propio. Particularmente en el tema fundamental, la economía.

¿Cuál es la agenda que ha anunciado el gobernador Pedro Pierluisi, a la que el liderato Popular le ha hecho eco? Cambios a la Ley Stafford para vincular los fondos de recuperación de los huracanes Irma, María y Fiona. Cambios a las Leyes de Cabotaje para que se excluya a Puerto Rico de su aplicación a los combustibles para generar energía. Más recursos federales para atender el problema de la criminalidad. Transición del Programa de Asistencia Nutricional (PAN) al programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (TANF).

No hay una agenda propia. Todo está sujeto a la arbitrariedad y capricho del gobierno federal. En estos momentos, están apostando a una Rama Legislativa federal completamente disfuncional. No hay condición económica más peligrosa que la dependencia y a eso es a lo que apuestan. Anuncian la danza de los millones en fondos federales, pero el pueblo no ve avance. Es como ocurrió luego de los terremotos en Haití. Tenían asistencia de fondos internacionales, pero la corrupción, el mal manejo y la falta de un gobierno coherente impidieron que la asistencia llegara al pueblo. Así pasa aquí.

Nos han indoctrinado a alabar la dependencia y deslumbrarnos con el “oro” con propósitos de manipulación electoral, pero que no llega. Es decir, nos enseñaron a aplaudir lo que ha sido el impedimento de un desarrollo propio. Esos programas de “asistencia” se aplican a Puerto Rico y se convierten en una burbuja económica sin estabilidad que propenda al desarrollo. En ese proceso, la clase media -lo que signifique eso hoy día- ha quedado pillada como el jamón del sándwich. La clase media ni recibe estímulo económico, ni asistencia económica y los asalariados cargan con la principal carga contributiva.

Por eso, como ha dicho el doctor en economía Francisco Catalá, “la ayuda efectiva es la que se torna innecesaria”. Porque si esa asistencia se torna crónica y se convierte en adicción, resulta en debilidad sistémica. Eso es lo que preocupa de la propuesta de agenda económica del liderato Popular y PNP. Presentan una burbuja, cuán efímera es, en manos de otros. No presentan un plan nuestro permanente.

Los teóricos del desarrollo económico plantean que la dependencia debilita el desarrollo de los pueblos. Al recibir la asistencia económica los gobiernos locales se tornan laxos en establecer modelos de desarrollo y aumento de producción necesarios.

Un informe del gobierno de Puerto Rico antes de la declaración de quiebra estableció tres razones para el colapso fiscal. Una, la muletilla de los fondos federales. Dos, la triple exención contributiva de los bonos que emitía el gobierno y que atrajo a los acreedores buitres. Tres, la política de decretos de exenciones contributivas industriales basada en debilitar el sistema fiscal del país. Eso nos ha condenado al subdesarrollo económico.

¿Qué hacer? Primero, en Puerto Rico hay más de un millón de personas que son trabajadores. Tenemos mano de obra suficiente que, rompiendo el esquema de dependencia perniciosa, puede ser mayor. En segundo lugar, hay más de cuarenta mil pequeñas y medianas empresas en Puerto Rico que producen y generan más de medio millón de empleos. Hay que valorarlos. En tercer lugar, hay un sistema cooperativo viable y que debe fortalecerse. Como senador protegí el sistema cooperativo e incluso presenté legislación para fortalecer las cooperativas juveniles en el sistema de educación pública.

Hay que estipular con el gobierno estadounidense un sistema de asistencia económica orientada a hacerla innecesaria. Es decir, que estimule el desarrollo y no al cultivo dañino de la dependencia. Mucho menos, asistencia que subsidie la corrupción. Estas son medidas que hay que implementar aquí y presionar al gobierno estadounidense para transformar el modelo de dependencia a autosuficiencia.

Los gobiernos de turno del bipartidismo han apostado a la dependencia para su provecho electoral. Creo que el país ya ha visto la escritura en la pared. Esa actitud nos ha condenado a la pobreza y falta de desarrollo. No todo lo que brilla es oro.