El artículo se refería a un estudio realizado en Alemania del cual se desprende que las personas que constantemente usan palabras como “yo”, “mí” o “a mí” en sus conversaciones son mucho más propensas a deprimirse que aquellas que hablan utilizando sustantivos grupales como “nosotros”.

 Esto no quiere decir que las personas que hablan así sean necesariamente egoístas, pero sí pueden demostrar, al estar más enfocadas en sí mismas, ser más encerradas y menos conscientes de las bendiciones que tienen alrededor.  Uno de los secretos de las personas felices es su capacidad de sentirse parte de un colectivo, de un grupo, ya sea de familia, amistades, religión o intereses comunes.  Y más felices aún son aquellas que se reconocen como parte de un Todo, de un Universo que comprende la vida en su totalidad.  A estas se les hace mucho más difícil sentirse solas, aun cuando están solas, o al no poder superar el dolor de una pérdida,  aun cuando hayan perdido algo significativo.

 Hay una refrán popular que dice así: “Mal de muchos, consuelo de pocos”; es decir: “No me trates de consolar diciéndome que no soy la única pasando por esto, porque eso no hace que mi dolor o mi pena sean menos”. Y entiendo perfectamente que todo el que está pasando por un mal momento debe sentir y procesar ese dolor.  Pero creo que el que me recuerden que existen miles de personas pasando por lo mismo o peor y sobreviviéndolo sí me ayuda a recuperar las esperanzas y salirme del “pobrecita de mí, ¡qué mucho estoy sufriendo!”.

 De vez en cuando, tómate el tiempo para escucharte.  Observa cuántos “yo”, “mis” y “míos” hay en tus conversaciones, y haz el ejercicio de buscar transformarlos en “nuestros” y “nosotros”. Transformando tu vocabulario estarás transformando tu mente en una más inclusiva y, por lo tanto, más feliz.

Preguntas a Lily

Tú preguntas

Mi  hija, de 20 años, es excelente estudiante y buena muchacha, pero el noviecito es  medio vago, mal estudiante, y no tiene el nivel social de nosotros. ¿Qué hago para que ella vea lo que mi esposo y yo?

Yo te respondo

Es posible que ella esté viendo algo en él que ustedes no ven.  Generalmente en estos casos, mientras más ustedes le den de codo al muchacho,  más ella lo va a defender. Estén ahí para ella, pero traten de conocerlo a él mejor y no se conviertan en obstáculos.