Opinión
Hay días que tengo ganas de llorar, y punto.
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Me pareció muy interesante un artículo que leí que señalaba que la forma de hablar puede predisponer a las personas a la depresión.
Hace unos días, una amiga que se iba de Puerto Rico luego de una semana de vacaciones escribió en Facebook acerca de lo doloroso que era tener que dejar la Isla.
Hablar del dolor podría aumentar el sufrimiento.
Hay quienes encuentran su propósito temprano en la vida, mientras que otros tardan o jamás se topan con él.
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Hace unos días fui al hospital a visitar a una amiga que ha batallado contra el cáncer durante más de tres años. Es una mujer bien especial para mí.
¿Cuándo fue la última vez que te sentiste completamente feliz? ¿Cuándo fue la última vez que sentiste que tu vida estaba completa, que no le faltaba algo?
En el budismo tibetano existen imágenes que para aquellos que no conocen esa filosofía pueden ser bizarras.
Hace unos días un amigo publicó en su pared de Facebook el siguiente mensaje inspiracional: “No vayas a tropezar con algo que está detrás de ti”.
Uno de los capítulos de mi nuevo libro, Libérate del sufrimiento, lo titulé con una de mis frases budistas favoritas: “El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional”.