The Green Hornet no es una gran película. Muchos dirían que ni siquiera es una buena película, y me costaría trabajo probarles lo contrario. La trama es un desastre inconsecuente al arco de los personajes (si es que se pudiese decir que tienen alguno), diluida innecesariamente a lo largo de dos horas y carente de un digno villano que sirva para generar un verdadero conflicto en la historia.

Sin embargo, estaría mintiendo si dijera que no me disfruté el filme del director Michel Gondry, o mejor dicho, el filme de Seth Rogen que a veces es dirigido por Michel Gondry. Quizás se deba a que fui a verlo con bajas expectativas luego de que casi todo lo que había escuchado y leído apuntaba a que era una absoluta aberración tridimensional o –en el mejor de los casos-  “no terrible”. Así que se imaginarán mi asombro cuando me la pasé toda la cinta anticipando un fracaso y lo que vi fue una película que, en pocas palabras, está OK.

Rogen y Jay Chou interpretan al dúo superhéroes posando como villanos compuesto por “Britt Reid” y “Kato”, el primero, el engreído hijo de un magnate de las comunicaciones, y, el segundo, su fiel sirviente asiático. El mayor atractivo del largometraje es ver la dinámica entre ellos. Si eso no funciona para ustedes, hay poca probabilidad de que les vaya a gustar. Rogen es el perfecto riquito insoportable y Chou, con todo y sus dificultades para hablar inglés, resulta divertido en este extraño binomio.

El talento de Christoph Waltz, desafortunadamente, es desperdiciado por un guión que se nota a leguas que fue coescrito por Rogen, ya que el "Green Hornet" –papel que interpreta- siempre es el centro de atención a pesar de que "Kato" es el que mejor luce. Waltz hace lo que puede con el poco diálogo que tiene como el jefe criminal "Chudnofsky". La introducción del personaje es estupenda pero luego prácticamente desaparece del resto de la película.

Para los fanáticos de Gondry, hay algunas escenas en las que se puede ver la huella del aclamado director de Eternal Sunshine of the Spotless Mind. El singular estilo visual del cineasta, amante de los efectos especiales convencionales, se destaca particularmente en las secuencias de acción, haciéndolas muy llamativas y distintivas con un buen uso de la tecnología 3D. Me habría gustado ver más de él y no tanto del humor de Rogen, con todo y que lo encontré gracioso la mayor parte del tiempo.

Para ser un estreno de enero, lo que se conoce como el zafacón de los estrenos, The Green Hornet cumple con ser entretenida dentro de su absurda parodia de los aspectos más trillados de las historias de superhéroes. No voy a decirles que vayan corriendo a verla, pero si les ocurre como a mí, que se paran frente a la cartelera y se deprimen al ver la oferta cinematográfica, creo que hay peores maneras de perder el tiempo. Oficialmente, mi primer "guilty pleasure" del 2011.