Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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Había una vez un irresistible vampiro que brillaba cuando lo iluminaban los rayos del sol. Su prohibido romance con una mujer fue la base para una popular serie de novelas que desató un fenómeno cinematográfico alrededor del mundo.
A raíz de este insólito éxito en taquilla, los estudios de cine se apresuraron a comprar los derechos de otras historias dirigidas a jovencitas adolescentes para aprovecharse de esta poderosa fiebre. CBS Films opcionó Beastly, basada en el libro homónimo de Alex Finn, que trasplanta el clásico cuento de La Bella y la Bestia a un ambiente contemporáneo.
Tan “cool” quería ser esta película -contratando a estrellas atractivas como Alex Pettyfer y Vanessa Hudgens y con un soundtrack cargado de pop rock- que a su director y guionista Daniel Barnz se le olvidó que los aspectos fantasiosos de la historia no se insertan muy bien dentro de un contexto moderno. ¿Brujas en Nueva York con vestimenta sacada de Hot Topic utilizando hechizos verbales como “Embrace the suck” (recibe el “soqueo”)? Algo definitivamente “soquea” aquí, y no se limita al diálogo.
Barnz sin embargo no convirtió a “Kyle” (Pettyfer), un vanidoso y engreído estudiante de escuela superior, en una peluda bestia (aunque quizás hubiese sido mejor idea). Su maleficio fue quedar transformado en un extraño tipo de rockero gótico lleno de tatuajes, piercings y cicatrices, porque parece que hoy la combinación de estas cosas son sinónimo de “feo”. Así se quedaría el resto de su vida al menos que lograra que una chica se enamorase de él en menos de un año.
Pero por suerte, “Kyle”, destinado a vivir una vida solitaria y encapuchada, contaba con dos fieles amigos que le serían de gran ayuda: su sirvienta y un tutor que en otra versión de esta misma historia pudieron ser interpretados por... hmm, no sé, digamos un candelabro y un reloj encantados. Ambos le sirven al deformado joven para verbalizar los sentimientos que el libret... perdón, él, no es capaz de expresar sin recurrir a empalagosos parlamentos, por aquello de que el público aún esté ajeno al mensaje de que la verdadera belleza proviene de tu interior. Awwww. Qué lindo ¿no?
Y probablemente sean muchos y muchas (mayormente muchas) los que quedarán encantados por esta inmortal historia de amor. Al menos hasta que la próxima entrega de aquella mega popular saga de vampiros que caminan de día, son vírgenes y no beben sangre, haga su llegada a nuestras salas de cine durante el crepúsculo del 2011.