Hoy parto hacia Toronto, Canadá, para cubrir por segunda ocasión el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF), el mayor evento de este tipo que se realiza en nuestro lado del mundo. Son muchos los largometrajes que tendrán su debut dentro del marco del TIFF y haré todo los posible por traerles en primicia cuáles serán los que estarán dando de qué hablar durante los próximos meses.

El gran atractivo de Toronto es la inmensa variedad de trabajos cinematográficos que presenta, desde estrenos comerciales hasta los más esotéricos que con toda probabilidad jamás veremos en las salas locales. La oferta de este año es sumamente abarcadora e intimidante.

Dentro de mis prioridades se encuentran la nueva obra de Paul Thomas Anderson, The Master, que tuvo su debut la semana pasada en el Festival de Venecia donde recibió muy buenas críticas. Tampoco me pienso perder To the Wonder, de Terrence Malick, la cual increíblemente logró terminar a poco más de un año del estreno de su obra maestra, The Tree of Life, un rareza para el recluso cineasta. To the Wonder también estrenó en Venecia y, tal y como esperaba, la reacción fue dividida.

En mi agenda también se encuentran la épica de ciencia ficción Looper, de Rian Johnson; la ambiciosa Cloud Atlas, de los hermanos Wachowski y Tom Tykwer; Argo, de Ben Affleck; Seven Psychopaths, de Martin McDonagh, director de la genial In Bruges; el éxito de Sundance, The Sessions, que promete una extraordinaria actuación de John Hawkes; y la antología de horror The ABC’s of Death, realizada por 26 directores.

A esas súmenle la chilena No, con Gael García Bernal, que fue una de las favoritas del Festival de Cannes; el documental Room 237, sobre el clásico de Kubrick, The Shining; The Iceman, con Michael Shannon; Frances Ha, de Noah Baumbach; los segundos filmes de Ben Wheatley (Kill List) y Juan Antonio Bayona (El orfanato), Sightseers y The Impossible; la ganadora de la Palma de Oro de este año, Amour, del gran Michael Haneke; y Passion, porque aún guardo la esperanza de que Brian de Palma le quede una gran película por dirigir.

Ocho días. Más de 300 películas de 72 países. O sea, un banquete cinematográfico. Mi itinerario -el cual pueden ver aquí- incluye 46 filmes y mi meta es ver, por lo menos, 40, siete más de los que vi en el 2010. No me pregunten cuándo voy a comer y dormir.  

Para lo que sí haré espacio es para mantenerlos informados, ya sea en el periódico impreso, aquí en el blog, con resúmenes diarios en texto y/o vídeo, o, si desean conocer mi reacción inmediata, a través de las redes sociales: www.facebook.com/palcine y www.twitter.com/marioalegre